D
e la redacción de INFORME DIGITAL Un video titulado “Doctores descanso” (ver video) pone en evidencia a médicos de Gualeguaychú. Mediante una cámara oculta se muestra cómo prescriben reposo para enfermedades ficticias y cobran de 50 a 100 pesos para justificar faltas al trabajo. “Gualeguaychú tiene muchas opciones para descansar: tiene playas, sol, amaneceres, tiene belleza, carnaval, noches para no olvidar, y no hace falta esperar a los fines de semana. Gualeguaychú tiene… `doctores descanso´”. Esa es la introducción, mediante una voz en off, de un video que circula en youtube y que al momento de esta redacción ya recibió más de 1000 visitas en la web de videos más importante del mundo. El video es de fácil acceso para los buscadores, debido a que se llama “Turismo en Gualeguaychú, médicos sinvergüenza”, las primeras son palabras comunes para todo aquel que busque o “googlee” por un fin de semana en lugares turísticos como la ciudad del sur provincial. En el material se pone en evidencia el accionar –tan conocido pero tan poco denunciado- de médicos que cobran a sus pacientes para simular enfermedades a través de certificados, justificando así la inasistencia al trabajo, que puede ser por dos o por 15 días. En el video, de carácter anónimo figura en youtube subido hace "una semana", y se puede observar cómo los profesionales diagnostican desde dolores de garganta o de cabeza hasta gripe o infecciones urinarias para que sus “pacientes” puedan quedarse en su casa algunos días para estar con un familiar que llega de otra provincia. Eso sí, pese a no haber ningún tipo de prestación ni diagnóstico real por tratarse de un simple ardid, los galenos cobran sus honorarios por el hecho de poner firma y sello con número de matrícula que dan apariencia de legitimidad al engaño. Los precios varían según el “paciente” tenga obra social o no y en los casos que se testimonian en el audiovisual, varían entre 50 y 100 pesos. Casi al azar uno de ellos elige “gripe”, ofrece más días si hace falta y también algunas alternativas: “dolor de garganta, dolor de cabeza”. “Le pongo que tenés infección urinaria”, propone sin pudor otro de los profesionales que prescribe 15 días de reposo y hasta receta medicamentos “por si algún médico la va a ver”, evitando así que la mentira pueda ser fácilmente descubierta, reconociendo explícitamente la maniobra ilegítima. ¿El precio? 70 pesos. Un psiquiatra llega a reconocer que a su consultorio “siempre vienen docentes” a pedir este tipo de servicios, e inventa un supuesto “estudio” para que el “paciente” se tome los días para estar con una supuesta hermana que viene del sur. Más increíble es que el mismo profesional entregó en otra oportunidad un certificado a una persona que ni atendió a pedido de un tercero que llegó hasta su consultorio. “Amparados en la intimidad de sus consultorios, los doctores descanso entregan certificados truchos para justificar enfermedades inexistentes y cobran por ello con impunidad”, reza en un momento el relato para finalmente advertir: “hasta ahora”, como afirmando que esta denuncia anónima podría el principio del fin de una práctica que sanciona como producto de “una profesión enferma”.