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l arrebato es uno de los delitos que más afecta a la seguridad de Paraná y esto provoca a las víctimas innumerables inconvenientes, no sólo por el robo del dinero, sino también por la pérdida de documentación. Comisiones vecinales aledañas al barrio Francisco Ramírez expresaron su preocupación a la Policía para alertar del aumento de los arrebatos. Ante esto, se ampliaron los operativos de control de motos, autos, colectivos y personas con el fin de reducir los incidentes registrados los últimos días. El jefe departamental de Policía de Paraná, Luis Albarrasín, encabezó los procedimientos durante buena parte de la jornada del jueves en las tres bajadas existentes en el Parque Urquiza con destino al “Pancho” Ramírez. La modalidad tiene por objetivo atacar de lleno los arrebatos en la zona de Osinaldi, Panamá, Bertozzi y el propio Parque, al tiempo que se controla con mayor presencia de uniformados el ingreso de personas, motos, autos y colectivos. Esta mecánica además busca controlar la parte oeste de Paraná, donde habría un grupo de delincuentes que incursiona con fuerza en robos en otras partes de la ciudad, o bien ligados en el negocio de la venta de estupefacientes, por lo que al producir la “transa” o el ilícito escapan por algunas de las bajadas hacia el Pancho. En el control vehicular se encontrar un par de motos que no pudieron ser justificadas como propias, en tanto que la mayoría de los colectiveros que fueron parados destacaron el operativo de pasajeros. Albarrasín explicó que “la idea es mantener y ampliar los operativos en los sectores de la ciudad donde aparece la problemática de los arrebatos o robos de motos, ya que otro tipo de incidentes no se registran”. “Lo importante es que la población colabora y se siente más tranquila al ver a los móviles y uniformados en las calles y es por ello es que se dispuso enviar la mayor cantidad de personal a realizar tareas preventivas en distintos ingresos a barrios”. El jefe departamental hizo saber que producto de estos operativos “se supo del robo de una moto en el hospital San Roque, por lo que a los pocos minutos personal del Comando ya había localizado al ladrón y recuperado el elemento sustraído”. La queja de los vecinalistas fue traslada días pasados al director de Operaciones, Sergio Rufiner, y a las autoridades de la Jefatura Paraná, que diagramó los controles preventivos que se mantendrán en el tiempo hasta tanto la zona se tranquilice o se visibilice la reducción de los ilícitos. Se supo que en Paraná hay un promedio de entre tres a cinco denuncias por arrebatos que se efectúan en comisarías en distintos sectores de la ciudad. Cámaras de seguridad Frente a la acumulación de denuncias por apremios ilegales ejecutados en el interior de la comisaría quinta, el jefe de Policía, Roberto Massuh, ordenó instalar en la seccional de calle Ameghino ocho cámaras de seguridad con el fin de registrar los movimientos del personal policial y de los detenidos. Las cámaras serán monitoreadas desde la Jefatura Central, la Departamental y la guardia de la comisaría y tiene por objetivo verificar y controlar el movimiento interno del personal policial y de los contraventores o detenidos. Se hizo saber que en los últimos años hubo varias presentaciones en la Justicia que alertaban de situaciones irregulares promovidas en la comisaría quinta.