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��Agradezco el acompañamiento, estoy seguro de que hice todo lo que estaba a mi alcance aunque eso no significa que no me pueda equivocar”. La frase pronunciada por Ricardo Alfonsín durante la cumbre que la Unión Cívica Radical realizó esta tarde resumió el espíritu que reunió a los máximos dirigentes del partido: autocrítica por la pésima performance en las elecciones primarias del pasado 14, encolumnamiento detrás de la fórmula presidencial y quejas en voz alta contra el socialista Hermes Binner por “partir a la oposición”. De todos modos, lo más importante para Alfonsín es que logró retener a la dirigencia de La Pampa y Entre Ríos que en las últimas horas había amenazado con pedir la adhesión presidencial a Elisa Carrió y Binner y hasta deslindaron la posibilidad de retirar el apoyo al hijo del ex presidente. Según publicó La Política On Line, no hubo críticas puntuales a ningún dirigente pero sí planteos por fallas en la campaña que llevaron a “problemas comunicacionales”. “No pudimos diferenciarnos del resto de la oposición, tuvimos problemas en los medios para hacer llegar nuestra propuesta en una campaña corta como fue la de las primarias”. Además, también hubo quejas acerca del posicionamiento de la fuerza luego de las elecciones. Algo dejó escapar Alfonsín cuando en el cierre se preguntó: “¿Cómo puede ser que para algunos analistas es mejor salir cuartos que segundos?”. El copamiento del Frente Amplio Progresista como primera opción al kirchnerismo también fue tema de debate. Justamente, los principales cuestionamientos extrapartidarios fueron para Binner. Y quienes más críticas volcaron al gobernador fueron los representantes santafesinos y entrerrianos, que en sus distritos tienen acuerdos con el FAP a nivel local. “Lo que pasa es que es el candidato del oficialismo o al menos el que menos le disgusta al kirchnerismo. Hasta en las entrevistas que da no se anima a definirse como opositor”, confió una fuente alfonsinista. Sí al acuerdo Alfonsín-De Narváez Con todo, Alfonsín se anotó un doble triunfo. Por un lado, hubo un masivo respaldo al acuerdo con Francisco de Narváez en la Provincia. “Tenemos 16 puntos, qué hubiese pasado si íbamos con Margarita Stolbizer que sacó 6. Nos hubiesen matado”, recalcaron desde el alfonsinismo. Pero además, el candidato logró frenar la sangría y el papelón que hubiese significado que el radicalismo pampeano –representado por Ulises Forte en el plenario- y el entrerriano –estuvieron Gustavo Cusinato y Fabián Rogel- acompañen a Binner o Carrió en las elecciones de octubre. “No dijeron ni una palabra. Nadie pidió libertad de acción ni nada por el estilo”, señaló uno de los presentes en la reunión. Tampoco hicieron mención al tema los cobistas de Mendoza aunque en el alfonsinismo no son tan tajantes como en los casos de La Pampa y Entre Ríos. “Ahí hay un problema entre (el candidato a gobernador) Roberto Iglesias y los intendentes. Creemos que va a terminar con nosotros”, señalaron las fuentes. Igualmente, Iglesias hoy cerró sorpresivamente con Eduardo Duhalde y ratificó que pedirá por Carrió y Binner. Con lo único que se tranquilizan los alfonsinistas es que Sanz se mantiene “alineado”. Ya sobre el cierre del plenario, Sanz leyó un documento en el que la UCR remarcó que “la fórmula integrada por Alfonsín y González Fraga es mucho más que una fórmula presidencial”. “Es peligroso que un partido –por el FPV- que no tiene una composición republicana controle todas las instancias de poder. Nuestro objetivo de máxima es ganar y sino lograr que la UCR sea la principal fuerza de la oposición", cerró Alfonsín.