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El oficialismo, finalmente, se alzó con la mitad de los votos del país. ¿Cuáles son las claves, según su parecer, que explican este triunfo electoral? Guillermo Guastavino:- Creo que lo primero que hay que resaltar es la masividad con que concurrió la ciudadanía a votar. Y digo esto porque alguna parte de la dirigencia política, y algunos analistas, plantearon una posible escasa participación. Quedó demostrado que eso no ocurrió. La gente se volcó a las urnas. Y uno pudo notar que no lo hacía con fastidio. - ¿Cree que había deseos de votar? - A mí me llamó poderosamente la atención no sólo la masividad. Había también alegría y buena onda. Esto hay que resaltarlo porque significa que cuando a la gente se la convoca a participar, lo hace de buena gana. Le interesa participar. Por otro lado, estuvimos ante un acto eleccionario que servía para preseleccionar candidatos que posteriormente competirán en la elección general del 23 de octubre. En este sentido, aquí se ve la reforma política, el avance para fortalecer y transparentar los partidos políticos creo que se ha dado un paso muy importante. Ahora ya todos los candidatos van a ser elegidos por la ciudadanía en su conjunto. Ya no van a ser producto de la decisión de un puñado de dirigentes encerrados en un cuarto, o de un puñado de afiliados de algún partido. Ahora toda la ciudadanía va a tener la posibilidad de participar de esta preselección. Con lo cual sin lugar a dudas tendremos mejores candidatos y su elección va ser transparente y su representación va a ser mayor. A mí me parece que es el dato fundamental. - De todos modos, más allá del espíritu de la ley electoral, el domingo la mayoría de las candidaturas ya estaban decididas. - Sí, estaban un poco resueltas. Seguramente ahí habrá que evaluar. Quizá atender aquel reclamo de que debería haber más distancia entre la elección primaria y la elección general. Pero sin lugar a dudas, lo que está claro es que ha sido absolutamente correcta la decisión de avanzar con el tema de la reforma política y en este caso ha sido una nueva forma de elegir o preseleccionar candidatos. Modelo plebiscitado - Yendo al resultado electoral en sí ¿qué plebiscitó la población en las primarias? - Creo que el resultado de la elección que ha sorprendido a muchos. Uno estaba muy confiado de que realmente el gobierno de Cristina y el de Urribarri iban a tener un respaldo muy importante de la comunidad. Esto lo sentíamos, lo palpábamos en nuestras acciones políticas, en nuestra militancia. Y creíamos que realmente se iba a dar un respaldo importante. Quizás la diferencia es lo que llama hoy la atención. Este porcentaje del 50 % creo que muchos no lo esperaban. Sobre todo del lado de la oposición, sorprendida por el enorme respaldo que ha tenido la presidenta de la Nación así como el gobernador Urribarri. Creo que decididamente la gente ha votado conforme a lo que está viviendo. Y ha dado un respaldo a las políticas que se vienen dando desde 2003, que han dado lugar a un proceso de crecimiento con inclusión social, con generación de empleo. Creo que el trabajador votó pensando cuál va a ser su próximo aumento producto de la discusión en paritarias, y el jubilado sabiendo que va a tener dos aumentos el año que viene. Es decir, la gente tiene certeza de muchas cosas. - Parece bastante claro que, comparado con la crisis de 2001-2002, la población está mucho mejor económicamente. Esto es objetivo… - Y la gente ha reconocido esto, más allá de los errores que naturalmente se pueden haber cometido en la acción de gobierno. Ha respaldado enormemente el rumbo, el sendero emprendido (…) Votó el trabajador, votó el jubilado, votó el estudiante. Ese estudiante que ve que en otros países como en Chile están luchando por la educación gratuita, mientras acá se ha llegado a invertir el 6 % del producto bruto interno en la educación. Hay educación gratuita. Se acaba de cumplir con la entrega a los secundarios del país de un millón de netbooks. Por otro lado, el empresario está pensando en nuevas inversiones, para agrandar su fábrica y generar mayor empleo. La gente del campo también respaldó las políticas del gobierno. La lista de los perdedores - Ese sector se enfrentó rudamente con el gobierno en 2008. Sin embargo, como usted dice, lo habría respaldado esta vez en las urnas. ¿Por qué cree que fue así? - Ha quedado demostrado que los sectores con raigambre agropecuaria, que tuvieron mucha participación en el conflicto por la Resolución 125, en zonas como Gualeguaychú y sus localidades, votaron al gobierno. Respaldaron las políticas del gobierno. Respaldaron a Cristina y obviamente que también al gobernador Urribarri, a contrapelo de toda la campaña que se montó para que esto no sucediera. Porque convengamos que la dirigencia de las entidades rurales, que se agrupan dentro de lo que es la Mesa de Enlace, estuvieron llamando a votar contra el modelo. Quiero recordar aquí el discurso de Biolcati en la Sociedad Rural. También algunas declaraciones de Alfredo D’Angeli, llamando a votar contra el gobierno. Me imagino que hoy estarán haciendo profundas autocríticas. Y estarán reflexionando, porque está visto que sus representados no los han acompañado. - ¿Quiénes son, según cree, los principales derrotados en estos comicios? - La dirigencia opositora, que no logró un respaldo importante de la ciudadanía. Esto está absolutamente claro. Esta dirigencia política deberá encerrarse y empezar a debatir y a reflexionar sobre lo que ha pasado que les ha pasado. Como dijo D’Angeli en un reportaje: “¿Y ahora qué hacemos?”. Porque esta dirigencia es también parte de los que deben identificarse con el grupo de los derrotados. Es decir la Mesa de Enlace, las agrupaciones del campo. - ¿Aquí también incluye a algunos medios de prensa, de acuerdo a la lectura que se viene haciendo desde el kirchnerismo? - Sin dudas. Obviamente los grandes medios nacionales monopólicos apostaron plenamente a la derrota del gobierno. Esto es absolutamente claro. Lo que habla de lo que ha cambiado este país. Antes cinco tapas de un medio como Clarín volteaban un gobierno. - Pero a la vez, la votación del domingo pone en duda de que el problema sean los medios. Su influencia es relativa… - Gracias a Dios que es así. Estamos ante una Argentina que va siendo distinta (…) El discurso opositor también quedó al desnudo. Planteaba una realidad que no era la que vive la gente. A uno le gustaría ver a la oposición reconociendo que algunas cosas se han hecho bien y plantear que si van a ser gobierno la van a hacer mejor. Esto de que todo está mal, que nada está bien, propio del discurso opositor y de los medios monopólicos, se contraponía con una realidad imposible de tapar. La gente palpa otra cosa, siente que está mejor. Y ese sentimiento lo dejó reflejado en las urnas. Oficialismos en alza - Para algunos analistas el comportamiento del electorado no dejó de ser paradójico. Pensemos en las elecciones previas, en Capital y Santa Fe, por ejemplo. Allí pierden mal los candidatos del gobierno, pero en ese territorio Cristina Kirchner hace buena elección. ¿Qué explicación le da? - Quedó claro que era un error extrapolar los resultados provinciales que se venían dando a una realidad nacional. Eran elecciones provinciales que tenían todo una definición conforme a la realidad de cada distrito. Salvo en Catamarca, ganaron los oficialismos, los que estaban gestionando. Marcando con claridad que ha habido y hay buenas gestiones. Y que así las valora la gente. - ¿Se podría colegir, entonces, que la mayoría de los argentinos está conforme con los gobiernos, y por eso los premia en las urnas? - Sí, efectivamente. Por otro lado, un respaldo a la gestión nacional, como se dio el domingo, va de la mano de las gestiones provinciales. Si ha habido buenas gestiones provinciales es porque ha habido buena gestión nacional. Y ha habido realmente en todo el territorio nacional, y en todas las provincias, distinto tipo de obras de gobierno que obviamente ayudaron a que todas tengan buenas gestiones. Esto también hay que decirlo. - ¿Sergio Urribarri, con los votos que obtuvo, ya ganó la elección para gobernador? - Creo que nos deja en una situación inmejorable pensando en octubre. Pero el 23 de octubre es otra elección. Además de las autoridades nacionales, se renuevan las provinciales y municipales. Y es otro debate, es otra discusión. Y no se puede decir, bajo ningún punto de vista, que esta elección está ganada. Porque todavía hay que seguir convenciendo a los entrerrianos y vecinos que nuestra propuesta es la mejor. - Daría la impresión que Urribarri lidera efectivamente el peronismo entrerriano, y que les resultará difícil a los que se fueron de esa estructura. ¿Usted qué piensa? - Eso habrá que verlo. Obviamente que uno piensa que los que se fueron tomaron una decisión absolutamente equivocada. Porque realmente nosotros venimos haciendo peronismo desde el 2003. Todas las medidas que se vienen implementando en la Nación desde ese año son políticas que entroncan claramente con los principios fundacionales del peronismo. Así que uno poco puede entender el tipo de definiciones de algunos dirigentes que se han alejado del peronismo. Lo que se está viendo es que el peronismo, como expresión política del país, respalda fuertemente las gestiones a nivel nacional y provincial. Y obviamente a nivel local. - Vayamos a Gualeguaychú ciudad. ¿Cómo debe leerse este 40% de votos de Cristina Kirchner? ¿Toda esa gente votará a Juan José Bahillo para una reelección en la intendencia? - No hay que hacer una lectura tan lineal y matemática. De todos modos, no tengo dudas de que vamos a ganar las próximas elecciones en Gualeguaychú. Habrá un respaldo mayoritario al oficialismo. No hay que dar nada por ganado. Pero la sensación que tengo es que en octubre los vecinos, a través de un respaldo importante, apostarán por la continuidad de Juanjo Bahillo, así como lo harán por el gobernador y por Cristina. Sinceramente, me parece que hay razones para no cambiar en este sentido. Uno es consciente de que faltan muchas cosas por hacer. Pero sabe también que estamos en la senda correcta, que vamos por el mejor de los caminos. Y creo que la mayoría de la gente sabe que esto es así. - Se ha hablado mucho del sistema electoral en sí. ¿No cree que hay que salir de la lista sábana e ir hacia un modelo de boleta única? - Uno está abierto a todas las opiniones. El tema pasa por mejorar la calidad institucional y la cuestión electoral. Las dos experiencias que tenemos de boleta única en el país son en Santa Fe y Córdoba, que son distintas entre sí. Por otro lado, en esta elección primaria se usaron boletas de mejor calidad, con colores y con fotos, que permitieron también al ciudadano no confundirse. Y superar así aquella vieja boleta que era de papel de diario, que ensuciaba los dedos, y que era muy difícil leerla. Ahora el ciudadano cuando ingresa al cuarto oscuro tiene la posibilidad de identificar con absoluta rapidez y claridad cual es la boleta de su preferencia. - El mensaje que llega del gobierno es que la idea es profundizar el modelo. ¿Eso qué significa? - Significa seguir avanzando en la política de crecimiento con inclusión social, y en mejorar la distribución de la riqueza. Seguir avanzando en la educación, seguir avanzando buscando pleno empleo y las mejores condiciones salariales. Seguir avanzando en el fortalecimiento de las relaciones con otros países de Latinoamérica profundizando esas relaciones en función de lograr la integración verdadera (…) Seguir avanzando en mejorar la calidad institucional, en mejorar la calidad de la justicia, en la seguridad pública. La postulación de Emilio es “un incomprensible capricho” - La oposición política a nivel local habla de que en Gualeguaychú habrá corte de boletas. ¿Usted qué piensa? Guillermo Guastavino:- Y bueno, es un análisis que no comparto. A mi me parece, y lo digo con el mayor de los respetos, que la candidatura de Emilio Martínez Garbino es producto de un incomprensible capricho. Y me da la sensación que mucha gente se está dando cuenta felizmente de esto. El corte de boleta, cuando se dio en Gualeguaychú o en otros lados, obedeció a razones significativas. Pero ese no es el caso hoy en Gualeguaychú. Son muy pocos los vecinos que puedan encontrar alguna razón para cortar boleta el 23 de octubre. - ¿Qué juicio político le merece la formación Color Gualeguaychú, donde confluyen distintos sectores? - En su momento dije que es una alianza inexplicable, desde el punto de vista político e ideológico. Han llegado a la conclusión de que la única manera de ganarle a Juan José Bahillo es juntándose. Ir todos juntos. Esa es la razón. Pero esto es un simplismo. Uno no ve que exista ahí la elaboración de un proyecto de ciudad, que esté estrechamente ligado a un proyecto de provincia y de país. Es imposible proyectar futuro para una comunidad si no está ligado al mismo proyecto de futuro para una provincia y para una nación. Esto es así. Y me parece que es el abecé de las cosas. Creo que esto el vecino lo reconoce, más allá de la muy buena imagen que tiene de Emilio Martínez Garbino. Y aparte veamos los resultados a que arriban estas mezcolanzas políticas e ideológicas. Por ejemplo, ¿sabe cómo salió Alfonsín en la ciudad? - Cuarto, detrás de Binner, que hizo buena elección… - Pensemos que expresiones muy claras del radicalismo constituyen esa alianza local. - Bahillo ha dicho que él pretende ser reelegido porque cree poder superar su propia gestión… - De eso se trata. La única justificación para querer la continuidad es saber que uno va a superar su propia gestión. La permanencia por la permanencia misma no tiene sentido. Si nos presentamos es porque tenemos una cantidad de sueños que queremos alcanzar. Creo que hemos podido construir una relación muy madura con la comunidad, pese a los conflictos muy fuertes que hemos tenido. - Por lo visto el kirchnerismo, que vino de una mala elección en 2009 en Gualeguaychú, ha recuperado posiciones. - Sin dudas. Se ha podido reconstruir una confianza a través del temple y del diálogo con todos los sectores. Hoy el intendente de la ciudad tiene muy buena relación con los vecinos (…) Si persistimos en el rumbo, Gualeguaychú está llamada a ser protagonista de la vida institucional de la provincia y también del país. Esto es lo que viene. Y hace a la calidad de vida de la comunidad. - Tras las elecciones del domingo, ¿se siente usted de alguna manera reivindicado? - No diría eso porque nunca me sentí no reconocido. Y esto a pesar de las criticas que he recibido en algún momento, algunas de una bajeza importante. Siempre sentí por parte de mi comunidad un reconocimiento. Más allá de los errores que pude haber cometido, siento que me aferré a mis convicciones. Y que de última ha habido reconocimiento a mi coherencia más allá de que algunos no compartan mi postura. La coherencia me parece que es el tema central a respetar. La gente podrá estar de acuerdo con uno o no, pero termina valorando eso.