C
on la visita del asesor de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y lugares históricos, Jorge Caramés; funcionarios provinciales y autoridades de la Biblioteca Popular del Paraná analizaron detalles para completar el proyecto de la puesta en valor del edificio. La iniciativa busca restaurar el lugar teniendo en cuenta las características originales y refuncionalizar algunos aspectos acorde a las necesidades actuales. Caramés valoró el “respeto” que se tiene en la provincia sobre los edificios históricos. El jueves, la Biblioteca Popular del Paraná recibió la visita del asesor de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y lugares históricos, el arquitecto Jorge Caramés. En la oportunidad, realizó una recorrida y mantuvo un encuentro de trabajo con funcionarios provinciales y autoridades de la institución a fin de examinar detalles del proyecto para la puesta en valor del edificio. Según explicó el funcionario, el objetivo fue “analizar el proyecto que presentó la biblioteca para refuncionalizar el lugar en algunos aspectos y restaurarlo, ya que es un edificio de gran valor histórico”. Aclaró que la documentación presentada, “responde en un primer análisis a los lineamientos de la preservación y restauración de este tipo de edificios”. En cuanto al respeto por el valor histórico en otras obras que se llevan adelante en la provincia, Caramés aseguró que “realmente es muy valioso. No todos los propietarios de edificios históricos tienen el respeto que tienen acá en la provincia por su historia”. Participaron del encuentro el secretario de Obras y Servicios Públicos, Oscar Marelli; la subsecretaria de Arquitectura y Construcciones, Alicia Feltes; autoridades de la biblioteca y los arquitectos que contratara el gobierno provincial para la realización del proyecto. Buena recepción El presidente de la Biblioteca Popular del Paraná, Iván Brizuela, informó que hace cerca de tres años que la institución está trabajando con el gobierno provincial. “Inicialmente recibimos la ayuda para iniciar el diseño del proyecto. Se trabajó mucho tiempo en eso, discutiendo las necesidades y atendiendo la condición de monumento histórico del edificio”. Entre los aspectos que se tuvieron en cuenta, señala que se trató de “preservar el monumento y asegurarnos a su vez, que sirva a la funcionalidad actual que tiene la institución”. En referencia a la recepción que tuvieron por parte de la Provincia, el presidente subrayó: “Fue muy buena. El proyecto original era sólo hacer una puesta en valor, una restitución o arreglo de cosas que no estaba en condiciones. A medida que fuimos trabajando se nos abrió la posibilidad de agregar alguna funcionalidad que hace tiempo estaba pendiente”. A su vez, en cuanto a la visita del asesor, Brizuela indicó: “Es una garantía para la comunidad, una protección. Siempre consideramos, que el carácter de monumento histórico del edificio le da una protección adicional, en el sentido que las modificaciones que pudiéramos hacer tienen que ser consensuadas con un montón de actores importantes”, concluyó. Tareas pendientes Entre las tareas que se esperan desarrollar, el presidente de la institución detalló que se restaurará lo necesario y se actualizarán las instalaciones sanitarias y eléctricas. Por otra parte, se argumenta la necesidad de colocar un ascensor para el ingreso a la planta alta, diseñar nuevos muebles para recuperar espacios que actualmente se utilizan en la guarda de libros, realizar modificaciones en el salón auditorio para mejorar su funcionamiento y anexar una nueva sala de lectura. Las cifras 40.000 Consultas anuales se realizan en la Biblioteca. Cuenta con tres empleados y un número importante de voluntarios. 1.000 Es la cantidad de socios que posee la histórica entidad. El número tuvo un importante incremento en los últimos años. Muchos años de historia En 1873 se fundó la Asociación Civil Biblioteca Popular del Paraná por personas vinculadas a la recientemente creada escuela normal y miembros de logias masónicas. En principio, funcionó en lo que entonces era la Sala de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Confederación, donde actualmente se encuentra la escuela Normal, sobre calle Corrientes. Luego de varias mudanzas y el paso de diferentes comisiones directivas, en 1907 la institución compró el terreno de calle Buenos Aires a Francisco Almendral con los fondos recolectados en una colecta popular. Con el transcurso de los años se fueron construyendo los diferentes espacios del edificio. Según Brizuela, es por ese motivo “que la historia del edificio está atada a la historia de la biblioteca”. En 2006 el edificio de la Biblioteca Popular del Paraná se constituye en la primera sede de una biblioteca popular en Argentina en ser declarada Monumento Histórico Nacional. Esto se logró mediante la Ley del Congreso nacional Nº 26.116, con un proyecto presentado por la senadora nacional Blanca Osuna.