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a oficial principal Marcela Casco sufrió serias lesiones en su rostro y la pérdida de varios dientes y el sargento Rolón también debió ser trasladado al Hospital San Martín tras haber sido atacados por vecinos de la Villa 351 de Paraná, que hicieron causa común con un delincuente afincado allí, al que la Justicia ordenó retirarle cinco menores que fueron considerados en riesgo. La orden para que se efectivice el procedimiento, según informaron fuentes policiales, provino del Juzgado de Familia 1 y fueron designados para la tarea dos operadores del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf), los que solicitaron colaboración a la Policía para ingresar al barrio y tomar contacto con el domicilio que se les encomendó. Explicaciones El director de Operaciones y Seguridad de la Policía de Entre Ríos, comisario general Sergio Ruffiner manifestó anoche que “estoy recabando información del personal que estuvo a cargo del procedimiento y muy preocupado por las agresiones sufridas por la funcionaria que tiene graves lesiones. Tengo como dato a confirmar que se les sugirió a los funcionarios del Copnaf, que venían a rescatar a estos menores, que no era prudente ingresar en un horario en el que ya no había luz solar y, según una versión, insistieron en cumplimentar. Pero cuando comenzaron los problemas, se quedaron al margen y los efectivos policiales fueron atacados por todos lados”, comentó. De acuerdo a otras fuentes consultadas, los operadores del Copnaf eran Carina Pirola y el psicólogo Luciano Ribollier. “Esperábamos que esta gente tratara de mediar con los que tenían a cargo los pibes, pero salieron corriendo y se metieron en el auto en el que llegaron y quedamos en el medio de una batalla campal y desigual”, comentó un uniformado, integrante de la dotación de una patrulla que estuvo en el lugar y que se acercó al Hospital San Martín a interesarse por sus camaradas. Brindando mas detalles, mencionó que “cuando la oficial Fernanda Ramírez, que pertenece a la División Minoridad y los civiles que iban con la orden judicial, llegan a la casa de Diego Barlassina, que era donde se tenía que llevar adelante el oficio, el tipo empieza a ponerse violento y de repente sale por detrás una mujer con un cuchillo e intentó apuñalar a Ramírez. La logramos detener, pero para ese momento y mientras tratábamos de poner en resguardo a los menores, que -según comentó un jefe- solo lograron rescatar a tres, empezaron a agredirnos otros vecinos y nos superaron”. Poco después, un grupo de habitantes de la Villa salieron enardecidos a cortar la avenida de Las Américas, en oposición al procedimiento mediante el cual se intentaba poner en resguardo a los menores y se mantuvieron allí quemando cubiertas y gritando, perjudicando el paso vehicular de mucha gente que intentaba retornar a sus hogares en el último día hábil de la semana.