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e la redacción de INFORME DIGITAL Pese a ser cada vez más violentas, las protestas estudiantiles en Chile siguen convocando a una verdadera multitud. El martes, más de cien mil personas volvieron a pedir por una educación de calidad y gratuita al tiempo que denunciaron que en las protestas, hay policías infiltrados que generan disturbios para descalificar, ante la opinión pública, las concentraciones. Este miércoles vence el plazo que le dieron los estudiantes y docentes al gobierno chileno, para que cumpla con lo peticionado, algo difícil de que se cumpla. Paola Vicuña, una chilena de 27 años que vive y estudia en Argentina desde hace cuatro años dijo a radio f5 que ve “difícil”, la salida al conflicto porque “nadie quiere ceder, el gobierno está muy cerrado” y argumenta que no negociará bajo presión, pero “si no presionan, no conseguirán nada”, advirtió. “El cambio debe ser muy radical y con este gobierno es muy difícil conseguir que la educación sea pública”, dijo Vicuña. Cómo funciona la educación en Chile “La realidad educativa es muy distinta a la de Argentina, los colegios públicos ya no existen en Chile desde el gobierno de Augusto Pinochet, todos los colegios pasaron a las municipalidades y lo que no daban abasto, pasaron a ser semi subvencionados 50% por los padres y 50% por el Estado”, contó. Vicuña remarcó que “quizá la primaria y secundaria se puedan sobrellevar, pero las Universidades son absolutamente privadas, quien no puede pagarla, debe pedir un crédito a los bancos, quienes otorgan una gracia de dos años, una vez finalizada la carrera.