D
e la redacción de INFORME DIGITAL Carlos Goldaracena, Profesor de Toxicología y Bioquímico de la ciudad de Gualeguaychú, indicó a radio f5 que los resultados “son datos proporcionados por un informe que envió la Caru - Comisión Administradora del Río Uruguay- delegación Argentina”, en consonancia con documentos por la iniciación del monitero al vergel y a la pastera UPM (ex Botnia). “Estos controles se hicieron en peces del río Uruguay, sábalos, bogas y dorados, buscando residuos tóxicos y se detectó, en algunas variedades, la presencia de endosulfán y bifenilo policlorado”, contó Goldaracena. Según el experto, “la preocupación de la Asamblea es la presencia de las dioxinas en sábalos y en los sedimentos del río –que consumen los peces-, porque los valores de dioxinas y furanos son, por mucho, superiores a las que existían antes de la puesta en funcionamiento de Botnia”. El bioquímico alertó que “en algunos sábalos hay dioxinas cien veces superiores a las normales”. Según explicó Goldaracena, los tóxicos van pasando en la cadena alimenticia, por lo que si un humano consume esos peces, terminará adosando a su sistema los venenos. El problema además persistirá pese a que se termine con la contaminación ya que “son compuestos no degradables, permanecerán durante años en el río y los peces”. “El endosulfán es un insecticida prohibido en más de 50 países, es un compuesto inmunotóxico, afecta al sistema nervioso y reproductor”, relató y agregó: que “los bifenilos policlorados se usan en los transformadores pero pueden provenir de cualquier industria”. Para Goldaracena “las dioxinas y furanos provienen de Botnia, porque antes de su instalación, no había tanta presencia de tóxicas”, y ya “los sábalos tienen una alteración hormonal y todo esto fue presentado por el Doctor Colombo ante la Haya, pero lamentablemente las autoridades argentinas no han dado a conocer el informe detallado”.