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os precios internacionales no cubren los altos costos internos de producción y, aunque se formalizaron reuniones con miembros de los gobiernos provincial y nacional, las soluciones no aparecen a pesar de las promesas. El presidente de la Cámara de Exportadores del Citrus, Mariano Caprarulo, afirmó que desde el lunes pararán todas las actividades. El motivo es harto conocido: pierden dinero con la exportación. Caprarulo dijo que desde hace años los exportadores buscan el modo de lograr una actividad sustentable, pero a pesar de las reuniones mantenidas con miembros de los gobiernos provincial y nacional, las soluciones no aparecen. El dirigente citrícola dijo incluso que en la Nación manifestaron entender la situación, pero las alternativas viables para la mejoría de la actividad no han sido concretadas, lo que los obliga a tomar una determinación que, en realidad, se avizoraba desde hace algún tiempo: parar las actividades habida cuenta que cuando más exportan más pierden. Los números no cierran Los precios que se manejan a nivel internacional no cubren los costos internos que, es innegable, aumentaron de manera considerable. «Los exportadores estamos viviendo un pésimo momento», dijo Caprarulo, agregando que «lamentablemente año tras año venimos anunciando la realidad de nuestras asimetrías económicas con la paridad cambiaria, porque además de los problemas climáticos tenemos un problema real y demostrado en esferas provinciales y nacionales de falta de competitividad, porque los precios internacionales no alcanzan a cubrir el costo interno», insistió el productor. «No podemos remarcar precios, dependemos del mercado internacional que hace muchos años se mantiene con los mismos precios. No se puede postergar la venta, ya que si no llegamos a los mercados en tiempo y forma perdemos la mercadería» explicó Caprarulo, recordando «la gran competencia que tenemos de parte de Sudáfrica, Chile y Perú que cuentan con políticas de Estado que incentivan la exportación» y aseguró: «Esas políticas no existen para la exportación de citrus en nuestro país». «Nosotros pagamos un dólar y medio más en mandarinas porque no tenemos acuerdos de libre comercio como otros países», aseveró, explicando también que «a esta realidad se suma la crisis europea, la merma de ventas y cuestiones que son innegables y han tomado estado público». «La verdad tenemos una situación horrible para la actividad, la venimos luchando hace rato, hemos tenido reuniones con altos funcionarios desnudando totalmente nuestro trabajo que opera en blanco y está registrado e incluso nos han reconocido que es una actividad que no es rentable, que no hay forma de crecer o mantenerse, pero la respuesta de un plan sustentable a cinco o diez años todavía no ha llegado y nos preocupa porque el tiempo de la producción no espera», acotó preocupado Caprarulo. «Además de lo empresarial está la parte de la mano de obra y también el enorme problema de las recientes heladas», apuntó. Los exportadores piden, al menos, un subsidio de un dólar por caja exportada, lo que le permitiría salvar costos. Pero la realidad demuestra que es imprescindible que el Gobierno nacional entienda y atienda esta situación, poniendo sobre la mesa la importancia que la citricultura tiene en toda nuestra región y elabore un plan serio para el mediano y largo plazo que permita que la actividad vuelva a ser sustentable.