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o confirmó que el oficial principal López, subjefe de la Comisaría de Cerrito, constató la semana pasada que los cuatro animales –dos pertenecientes a un productor de apellido Estrada, y los otros dos de un tal Lorenzutti– yacían muertos en la tierra, con extraños cortes en la quijada y paleta izquierdas, y sin el olor que esperaban encontrar frente a animales muertos tres o cuatro días antes. La Comisaría de Cerrito inició una causa de oficio y la veterinaria oficial de la Policía de María Grande debió admitir que no pudo establecer los motivos de las muertes. Por esa razón, se remitieron muestras a la Dirección de Criminalística para tratar de determinar a qué se debieron los decesos. En todo el país, en forma cíclica, ante la aparición de nuevos casos surgen hipótesis para explicarlo, que van desde la intervención de sectas satánicas hasta la visita de extraterrestres. Los escépticos, luego de bucear en las frías aguas de la ciencia tradicional, han apuntado una y otra vez que los extraños cortes obedecen a una causa muy sencilla: un desequilibrio de la fauna. La explicación racional consiste en vincular las extrañas apariciones con ataques de la fauna natural, que se ve arrojada hacia los campos dedicados a la ganadería por las condiciones climáticas –inundaciones o sequías – que limitan el área en la que normalmente suelen encontrar su alimento.