D
esde la Municipalidad de Gualeguaychú anticiparon que “en un par de semanas” estará funcionando el laboratorio ambiental necesario para hacer un seguimiento sobre el río Uruguay y así controlar si la fábrica de pasta de celulosa UPM (ex Botnia) contamina en el grado que denuncia la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú. De ese modo, las autoridades locales contestaron, elípticamente, la crítica que la propia asamblea formuló el domingo anterior, 19 de junio, cuando emitió un comunicado al cumplirse un año del levantamiento del corte de la ruta 136 que venían realizando contra Botnia. Precisamente allí, el colectivo ambiental y ciudadano había señalado que el “intendente Juan José Bahillo se comprometió el año pasado a poner en funcionamiento en un plazo de 15 o 20 días, un laboratorio propio, que en el orden local contaba con los fondos necesarios para su implementación”. Y denunciaron que eso no se cumplió. Situación. Lo cierto es que el laboratorio está embalado todavía, desde que fue adquirido el 2 de marzo de 2009. Las últimas novedades se conocieron recientemente, cuando el secretario de Gobierno, Germán Grané, indicara que la Municipalidad gualeguaychuense firmará un convenio con la Facultad de Bromatología de la UNER para poner en funcionamiento el observatorio en cuestión. La casa de altos estudios aportará la tarea profesional y un método de trabajo científico. También la capacitación en el trabajo en laboratorios para personal municipal. La intención comunal es designar una comisión de evaluación y seguimiento, que fijará las políticas de medición y actividades de control ambiental. En diálogo con diario El Día, de Gualeguaychú, el funcionario Grané sostuvo que los equipos del laboratorio son de propiedad municipal y que se encuentran a buen resguardo, inventariados y controlados. “Una vez al mes el personal hace el control de lo que ya está inventariado por lo que se encuentra en perfecto estado”, puntualizó. Agregó que la puesta en funcionamiento se vio obstaculizada por “la complejidad” de los equipos y por el precio de los reactivos, que son importados. Sobre este punto especificó el secretario de Gobierno que los costos serán insumidos por la Comuna, al igual que como hizo con el Plan de Vigilancia Ambiental, y que junto a la Facultad de Bromatología se encuentran gestionando fondos. Bromatología ya viene trabajando con la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU). Este organismo ya se encuentra, a partir del fallo de La Haya, participando de los controles a la planta.