D
e la redacción de INFORME DIGITAL El cobro de una suma extra para la recarga de teléfonos celulares -que normalmente oscila entre uno y dos pesos- se ha convertido en moneda corriente. “El servicio no nos brinda ningún tipo de ganancia. Es mínima y el riesgo es mucho”, justificó Federico, dueño de un local céntrico de Paraná ante la consulta de radio f5. “Ya sabíamos que en el interior de la provincia, en los barrios, se cobraba un peso, hasta nos han dicho que se cobraba 3 pesos” justificó y reconoció que ahora “cobramos un peso” porque “es insostenible, sino no se puede brindar el servicio”. Consultado acerca que porqué creen que debe hacerse cargo el consumidor en vez del proveedor, dijo sin rodeos “porque es el más fácil de perjudicar”, admitiendo que, como siempre, el hilo se corta por lo más delgado.