E
n el INTA de Balcarce, tres jóvenes investigadores lograron clonar a una vaca que, además, tiene incorporados dos genes humanos que le permitirán producir una leche semejante a la materna, y que podría ser de mucha utilidad para aquellos bebes que, por alguna razón, no puedan acceder a la lactancia. La presidenta Cristina Kirchner, vía teleconferencia, calificó esta innovación como “un auténtico orgullo para los argentinos”. Desde hace más de sesenta días que Germán Kaiser, Nicolás Mucci (del Grupo de Biotecnología del INTA Balcarce) y Adrián Mutto (de la Universidad Nacional de San Martín) se pasan día y noche al lado de “Rosita ISA”, como bautizaron a la ternera. Es el primer animal clonado por el Estado argentino. La pequeña vaca es de la raza Jersey, de buenas cualidades lecheras. Nació el 6 de abril en una neonatología montada por sus creadores en el INTA ubicado en los pagos de Juan Manuel Fangio. A su “madre portadora”, una Angus, hubo que hacerle cesárea porque al nacer Rosita pesaba 45 kilos, casi el doble de lo normal. Es decir, salió sanita. Los investigadores, de entre 37 y 41 años, se sorprendieron el jueves por el despliegue oficial para hacer el anuncio del nacimiento. No solo la presidenta los saludó desde una pantalla. También llegaron al lugar el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, y el presidente del INTA, Carlos Casamiquela. “Parece que hicimos algo grande”, se sorprendió Mucci. En realidad, fue algo largo. Hace más de seis años, estos jóvenes “graduados de universidades públicas” se decidieron a producir un animal transgénico que tuviera la posibilidad de producir una leche mejorada que sirviera a los bebés. Sus ensayos comenzaron con ovarios de cabra, pero como era difícil conseguirlos en la zona decidieron ensayar directamente con un vacuno. Tomaron una muestra de la piel de una vaca Jersey, cuya leche es muy rica en grasas. A partir de ese pequeño trozo decodificaron una línea celular. Y tuvieron frente a si el Genoma de esa raza. Para mejorar la leche decidieron (a través de un vector o “transportador” de genes) introducir en esa secuencia dos genes presentes en la leche humana, que son capaces de producir proteínas con rasgos muy precisos. La lisozima tiene propiedades antifúngicas, antibacteriales y antivirales. La lactoferrina permite una mejor captura del hierro. Cuando comience a ser ordeñada, dentro de diez meses, Rosita ISA producirá leche con ambas características. “Tenemos confirmado por métodos de secuenciación e hibridación que los dos genes están insertados en su genoma”, dijo Mucci. No es la primera vaca a la que se le introducen genes para que produzca leche enriquecida. Lo que convierte esta experiencia en una novedad es que es la primera vez que se introducen en un animal clonado dos genes diferentes en un único evento (proceso) de inserción. Eso convierte a esta Jersey en única a nivel mundial. Los creadores de la oveja Dolly, el primer animal clonado, necesitaron hacer 270 transferencias embrionarias para lograr su objetivo. Para la vaquita de Balcarce apenas se hicieron 7 transferencias. Antecedentes El primer antecedente de un mamífero clonado es la oveja Dolly, realizado por científicos del Instituto Roslin, de Escocia, en 1996. Dolly vivió 8 años. Los primeros terneros clonados nacieron en los Estados Unidos en 1998: fueron bautizados como “Charly” y “George”. Los ensayos para este logro científico habían empezado en 1986. También Japón logró clonar un ternero, en 1999. Y repitió la experiencia un año más tarde. En marzo de 2001, en Brasil, nació “Victoria”, la primera vaca clonada de Sudamérica. Utilizaron una técnica de extracción de células embrionarias. “Pampero” fue el primer ternero macho transgénico del mundo. Nació en Buenos Aires, en diciembre de 2004. Por el método utilizado de clonación, el macho es capaz de transmitir una hormona de crecimiento.