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e la redacción de INFORME DIGITAL Radio f5 habló con el ministro de Salud de la provincia de Entre Ríos, Ángel Giano, quien contó que “podemos garantizar que hoy por hoy, si las condiciones no cambian, la situación –de los roedores- está controlada”. Cuando el funcionario habla de condiciones, se refiere a que “el río está bajando y el frío nos ayuda a que disminuya la cantidad de roedores”. Giano contó además que “estamos trabajando en Victoria desde el 15 de abril, cuando comenzó a crecer el río Paraná”, junto a otras entidades, “recorremos las zonas de islas, donde de forma permanente viven unas 500 personas y transitan unas 1.000”. El ministro destacó que “hablamos con los pescadores, que son conocedores de la situación, saben tomar las medidas de precaución ante esta situación”, pero sin embargo reconoció que hubo muertes provocadas por enfermedades directamente relacionadas a los roedores, estas “se han producido por hantavirus, nos pasó con pescadores que fueron a pescar y volvieron a sus hogares que estaban muy cerrados y al entrar inhalaron del aire los desperdicios de los roedores”. Para Giano hay tres factores que provocan la invasión de los roedores, la ya nombrada crecida del río y además: “hace tres años que se ha prohibido la quema y por eso hablé con el secretario de Medio Ambiente, Fernando Raffo, de autorizar la quema controlada, necesaria para la higiene y salubridad”. Además dijo que “si bien es difícil de comprobar, con el uso de agroquímicos se han eliminado a los depredadores como los caranchos”, que mantenían un equilibrio al consumir los pequeños mamíferos. ¿Más departamentos complicados? “Tenemos nodos epidemiológicos y por los hospitales tenemos especialistas en toda la provincia, también hay información sobre la presencia de roedores en Islas del Ibicuy y Diamante", subrayó. En esos lugares “en base a los partes diarios, la situación no amerita hacer lo que realizamos en Victoria, donde cerramos dos escuelas porque la presencia de roedores era masiva y fallas en la construcción no nos permitían parar la invasión ni poner cebos”, destacó.