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na mujer fue picada en un pie por una yarará al bajar del auto en una de las urbanizaciones cercanas a la Toma Vieja, precisamente en calle Los Robles –según precisó Epidemiología de la Provincia– y a raíz de este accidente debió ser internada hasta resolver el cuadro. Fue a las 16.15 del 9 de abril, cuando todavía hacía calor. A los 15 minutos la señora ya estaba en la Clínica Modelo, donde recibió los primeros auxilios y fue atendida por una de las más reconocidas especialistas en Toxicología de la provincia, Analía Corujo. El accidente fue con una de las llamadas víboras de la cruz, una yarará grande, que son las que hay en esta región, ya que las yarará chicas están más en el límite con Corrientes. La doctora explicó que el caso fue leve. Se le administraron las dosis correspondientes del antisuero, la mujer quedó internada hasta que se resolvió el cuadro y ahora sigue con tratamiento ambulatorio: debe hacer rehabilitación de la pierna afectada por la mordedura. El antisuero lo proveyó como es habitual el Hospital San Martín, donde siempre hay stock para tratar envenenamientos por yarará y también por víboras de coral. “Acá es zona endémica de envenenamiento por yarará. Ha subido el río y supongo que eso tiene que ver. Además se extendió más la ciudad y (donde ocurrió el accidente) era un lugar donde hace un par de años había campo. Las hemos ido corriendo (a las víboras)”, comentó Corujo. Explicó que la paciente es una señora joven, en buen estado de salud, que recibió una mordedura en un pie. “Consultó inmediatamente a la clínica, en 15 minutos estaba. Se la evaluó, se clasificó el envenenamiento como leve”, señaló. La gravedad de los casos se determina a partir de un examen físico y teniendo en cuenta parámetros de laboratorio, con estos datos se decide qué cantidad de antiveneno necesita el paciente. “Es la misma dosis en adultos y en chicos. En este caso usamos cuatro ampollas de antiveneno”, dijo y agregó: “En Paraná hay dos centros (antiponzoñosos), el Hospital San Martín y el San Roque. Desde el Programa Nacional de Ofidismo se envía a las provincias el antiveneno específico. A nosotros nos envían para las especies Bothrops el bivalente, para las dos especies de yarará que tenemos en la provincia. Hablé con gente del Hospital San Martín, pues los casos son de notificación obligatoria, y ellos me proveyeron los frascos con el antiveneno”, señaló la toxicóloga. “La señora quedó en observación, y fue internada hasta que resolvió el cuadro. Ahora está con controles ambulatorios, evolucionó muy bien de su envenenamiento sistémico y ahora debe hacer rehabilitación de la pierna por el dolor y el edema” que le provocó el accidente con la yarará. Consultada acerca de si son frecuentes las mordeduras de serpiente en la ciudad, dijo que el San Martín –centro con el ella también trabaja– es el que atiende la mayoría de los casos, también del interior de la provincia. “Hay muchas víboras acá, es una zona endémica y ha subido del río”, lo cual sería un factor que estaría facilitando la aparición más frecuente de las serpientes. Además, notó que “se extendió más la ciudad hacia lugar donde hace un par de años había campo. Las hemos ido corriendo”, reflexionó.