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e la redacción de INFORME DIGITAL El cigarrillo, el alcohol, el uso desmedido de los teléfonos celulares, las computadoras o las redes sociales, las compras compulsivas, son distintas formas de adicción pero que tienen un patrón común: la necesidad de un objeto exterior para satisfacer una necesidad o hacer frente a inseguridades personales. Sobre el tema dialogó con radio f5 el psicólogo Francisco Rodríguez, que precisamente definió las adicciones como “las situaciones en las que uno depende de algún objeto exterior del que no puede librarse y sufre cuando no lo tiene” y explicó que estas conductas muestran “un desequilibrio en nuestra personalidad, hay algo que nos domina y no podemos dominar”. En ese sentido, el profesional sostuvo que la solución a este tipo de problemas empieza por el reconocimiento de la adicción y la necesidad de “desarrollar nuestra autonomía personal para que las cosas no nos manejen”. El rol de los adultos Según Rodríguez, “las adicciones tienen una historia de ejemplos. Los adultos estamos dando muy malos ejemplos alrededor de de los jóvenes”. Frecuentemente son asociadas con la juventud pero sin embargo “esta dificultad que aparece en los chicos es fiel reflejo a veces de los padres, porque los jóvenes tienden a imitar”. “¿Cuántos padres dicen no fumés porque te hace mal pero ellos están fumando? O no tomés porque te hace mal pero ellos están tomando. Hablamos una cosa pero nuestra conducto refleja otra”, graficó el psicólogo.