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a Policía informó oficialmente el hallazgo de una granada de hostigamiento (de gas lacrimógeno), dos cartuchos calibre 7,62 mm, uno 7,65 mm y 5 cartuchos antitumulto, que fueron entregados a la fuerza de seguridad por la directora del establecimiento. Los tenía en su poder un alumno de primer año, que hacía ostentación ante sus compañeros. Consultado por los profesores, confesó que los habría sacado de un cofre de su casa, el cual estaba cerrado con llave, y al que aparentemente en un descuido de sus mayores –entre ellos su padre, que es agente de policía—, lo habría abierto para llevarlo al colegio. Según se informó, la granada de humo es un artefacto que se activa al recibir una elevada temperatura, expandiendo en el lugar gas lacrimógeno, que contiene sustancias irritantes de las mucosas. Fuentes de la policía señalaron que el padre del menor deberá explicar en una investigación interna por qué tenía esos elementos en su poder, y por qué cayeron en manos de su hijo menor de edad.