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ctualmente llegan a 1,8 millones los asalariados y 100 mil los jubilados alcanzados por el impuesto a las ganancias, pero en las próximas semanas acuerdos de aumentos salariales que podrían alcanzar bancarios, metalúrgicos y alimentación, entre otros sectores, podría engrosarse con 2 millones de asalariados los gravados por los impuestos. Los tributistas coinciden en que “la renta personal no puede quedar eximida de la tributación”, tal cual lo sostuvo Marcelo Domínguez, coordinador de la Comisión Tributaria de la Fedeación de Consejos Profesionales. Sin embargo, advirtió que “el problema actual no es la existencia de un Impuesto a la Renta sobre el trabajo personal, sino su gran incidencia sobre trabajadores que no tienen capacidad para contribuir con el Estado en la medida que se les exige. Así, actualmente hay una gran cantidad de trabajadores que han sido alcanzados por el impuesto a las Ganancias solo porque no se aumentaron las deducciones personales (mínimo no imponible, cargas de familia, etc)” Nadin Argañaraz y Andrés Mir, del IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal), sostienen que “no resulta razonable es que un trabajador casado con dos hijos, que percibe una remuneración neta mensual de $6.665, quede alcanzado por el impuesto. Si los mínimos y deducciones se hubieran ajustado desde el 2001 hasta la actualidad a un ritmo similar al de estimaciones privadas de inflación, el nivel de ingresos sujeto a impuesto se encontraría en torno a los $8.600 mensuales. En el mismo sentido, se deberían haber ajustado los topes de los tramos de escala”. Uno de los problemas es que Ganancias alcanza mayor incidencia en grandes ciudades y en regiones patagónicas, donde los sueldos son mayores por que también son altos los gastos, por lo que los expertos advierten que resulta inequitativo que los topes sean iguales en todo el país.