E
n el marco de la Semana de la Memoria, el miércoles al mediodía se realizó una misa en la escuela San Benito Abad para recordar a Fernanda Aguirre, la menor secuestrada en esa ciudad el 25 de julio de 2004 y que permanece desaparecida, y también a su madre, María Inés Cabrol, fallecida el 11 de mayo de 2010. Leonardo Tovar, administrador parroquial de San Benito Abad y apoderado legal de la escuela a la que concurría la adolescente, explicó que decidieron realizar la celebración religiosa porque el Gobierno pide que en las escuelas se haga la Semana de la Memoria. “Nosotros trabajamos el tema en general, y propuse que el hilo conductor sea la desaparición de Fernanda Aguirre, en particular, que es una desaparecida de la democracia”, manifestó el sacerdote. “En cierta manera y manteniendo las diferencias, y lo digo con mucha serenidad, me parece casi más grave que los desaparecidos de la década del ’70, que fue una cosa aberrante y totalmente despreciable”, planteó el sacerdote en diálogo con Canal 11. Recomendación El Consejo General de Educación dispuso por Resolución Nº 498/11, y en el marco del 35º aniversario del último golpe de Estado que se cumple este jueves, que las instituciones educativas de gestión estatal y privada, en todos sus niveles y modalidades, organicen y desarrollen entre el 24 y 31 de marzo “jornadas de reflexión por la memoria, la verdad y la justicia”. La Resolución 498 convoca a docentes, estudiantes, padres y a toda la comunidad, a reflexionar y trabajar los conceptos de verdad, justicia y memoria, sin fijar contenidos ni limitar los temas, pero contextualizándolos en el marco de la ley nacional 25.633 que instituye el 24 de marzo como “Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia”, en conmemoración de quienes resultaron víctimas de la dictadura militar, y el Decreto 964/04 GOB que instaura la “Semana de la Memoria” en la provincia. “Tenemos una escuela parroquial y la orden del Ministerio es el recuerdo. Nosotros recordamos los hechos que todos conocemos, pero también pedí que se haga memoria por Fernanda, a quien denomino una desaparecida de la democracia, hecho que no tiene menos gravedad que los desaparecidos de la dictadura. Evidentemente una cosa no quita la otra”, explicó el sacerdote. Mencionó que para la actividad se buscó material “para reconstruir la historia de cuando desapareció y lo ocurrido en el caso a lo largo de todo este tiempo. Esta, su escuela parroquial de San Benito, y la Parroquia, fueron las que llevaron la punta de lanza del reclamo de justicia”, argumentó Tovar. Detalló que también “se reinauguró un mural hecho por un artista muy conocido” sobre el caso de la desaparición de la joven. Indicó que la obra estuvo expuesta en distintos lugares del establecimiento y ahora quedará en el patio central, al lado de la bandera, “de tal manera que el recuerdo de una hija de nuestro pueblo sea permanente, y la comunidad educativa esté constantemente pensando y rezando por ella”. Diferencias Para Tovar, la diferencia entre los 30.000 desaparecidos y el caso de Fernanda Aguirre “está a la vista de todos, pero no podemos decir que un tema es más importante que otro. Aquí hay dos casos que manteniendo las diferencias lógicas, históricas y de situación, son relevantes. Entonces yo agrego al hecho grave de los desaparecidos de la dictadura, el de una desaparecida en la democracia. Y así como se exige que se juzgue a los que fomentaron aquella práctica incorrecta, lo que me parece bien, pienso que también hoy tienen que dar respuesta los funcionarios de la democracia, sobre qué pasó con Fernanda. No minimizo la dictadura, al contrario. Pero no podemos soslayar la desaparición de Fernanda Aguirre, de la que se van a cumplir siete años y nadie sabe nada. Las autoridades de hoy, como las de ayer, tienen que dar razones a la sociedad sobre lo que pasó. No es menos grave que los desaparecidos del proceso (militar)”, resumió. Cuando se le señaló que la Semana de la Memoria está destinada a recordar a las víctimas del terrorismo de Estado –es decir, un artefacto planificado que, con complicidades civiles, llevó adelante una política de exterminio y temor—, Tovar respondió que en el caso de la niña de San Benito “hay una inoperancia del Estado, que es mucho peor, porque los militares se escudaron en el poder que tenían para hacer cosas atroces que todos sabemos, pero también podemos decir de la misma manera que en nombre de la democracia algunos se están escondiendo hoy para no darnos explicaciones sobre el caso de Fernanda”. “¿Qué es lo más grave en ambos temas?”, se preguntó el sacerdote. Y se respondió: “Que aquél que nos tiene que cuidar no nos cuida. Creo que las autoridades nacionales y provinciales tienen que hacer memoria de Fernanda Aguirre que es una desaparecida, porque no se sabe si murió o está secuestrada en algún lugar”. Odio En sus declaraciones periodísticas Tovar aseguró que lucha por la memoria, pero sin odio, rencor ni revancha. Cuando se le preguntó si estaba marcando diferencias con otras búsquedas de la verdad, respondió que él está “en contra del terrorismo de Estado pero también contra la parcialización de la verdad, y más aún cuando esa parcialización quiere favorecer solamente a algunos sectores. ¿Me explico?” preguntó. Y se explicó, claro que se explicó: “Algunos sectores del poder hacen memoria parcialmente. Y eso es una injusticia”, aseveró. “Ya lo dije en algunos medios, que a (José) Ignacio Rucci (secretario general de la CGT asesinado el 25 de septiembre de 1973) nadie sabe quién lo mató. ¿No hay que hacer memoria por Rucci? Una visión parcializada no hace bien. Porque una cosa es buscar justicia y otra cosa es querer revancha. El que busca revancha con rencores y resentimientos, incurre en el mismo delito por el cual reclama. Nosotros buscamos la verdad, con amor, para el perdón. Y, sí, me quiero distinguir totalmente de todos estos sectores del poder de hoy, que incluso embanderándose en la defensa de los derechos humanos muchas veces quieren legitimar sus políticas mediocres” soltó.