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on el propósito de construir un amplio “frente progresista”, los socialistas ya han mantenido contactos con referentes locales de Proyecto Sur (el partido de Fernando Pino Solanas) y de GEN (la fuerza que lidera Margarita Stolbizer), pero también aspiran a alcanzar un acuerdo con la UCR. En el radicalismo -que ayer en su congreso delegó al Comité Provincial la tarea de dialogar con otras fuerzas para la reedición del Acuerdo Cívico y Social con el que ganaron las elecciones de 2009 (ver aparte)- cuentan al socialismo como un aliado. Los reparos vienen, como siempre, cuando se avanza en las especulaciones sobre los lugares a ocupar por cada fuerza. De hecho, esa fue la razón por la que el PS no integró el Acuerdo en la elección última, cuando su candidata fue desplazada del segundo lugar de la lista de diputados a pedido de Elisa Carrió y esa candidatura fue ocupada por la hoy diputada Hilma Ré, como postulante por la Coalición Cívica. En lo que va de este nuevo proceso electoral, el nombre que sonó por el PS fue el del presidente del partido, Lisandro Viale, que este año culmina su mandato como diputado nacional. Su acompañamiento a las visitas que hizo el precandidato a la presidencia de la UCR, Ricardo Alfonsín y, en particular, su participación en el acto de lanzamiento de la candidatura a gobernador de Atilio Benedetti, realizada en diciembre en Paraná, alentó las versiones sobre una posible fórmula mixta en la provincia, UCR-PS, que respondería a la misma lógica que se manejó en el orden nacional, con la posible participación de Hermes Binner acompañando a Alfonsín. Pero en las propias filas del benedettismo el nombre de Viale no genera entusiasmo, no ya por su perfil personal, sino por lo que representa el PS en la provincia en términos de caudal electoral. Por sobre estos reparos que ya se alzan en torno a candidaturas concretas, hay otro asunto que debe saldarse en este esquema de alianzas: desde Proyecto Sur han señalado que no están dispuestos a integrar un acuerdo electoral con el radicalismo.