C
omo se trata de una actividad regulada por el estado, los colegios privados que cuentan con subvención oficial no pueden modificar las bandas arancelarias sin una previa autorización del Consejo General de Educación (CGE). Habitualmente, el pedido de recomposición de tarifas se concreta antes de que finalice el ciclo lectivo. Pero como en 2010 hubo recambio de autoridades en la entidad que nuclea a las escuelas privadas, ese paso no se cumplimentó. Pero en teoría ningún establecimiento privado puede modificar el monto de las cuotas que cobran a sus alumnos sin antes mediar una expresa autorización oficial. “Seguro que un aumento tendrá que haber. Pero todavía no queremos hablar de porcentajes porque la realidad de las escuelas privadas es muy diferente. Hay que ver qué tipo de escuela se trata, cuántos alumnos tienen, qué cuotas cobran, y qué nivel de aporte tienen del Estado”, dijo Víctor Terenzano, titular de la Asociación de Escuelas Públicas de Gestión Privada. Las escuelas privadas, aproximadamente 430 en toda la provincia, con una matrícula de 78 mil alumnos, se rigen en Entre Ríos por un principio no escrito, el de cofinanciamiento: los institutos de enseñanza no estatales asumen la responsabilidad de mantener los edificios y afrontar los gastos de funcionamiento, y el Estado tiene a su cargo el pago de salarios de la planta docente. En el Presupuesto 2010, la enseñanza privada absorbió el 15% del gasto total educativo, que totalizó 1.835 millones de pesos. La última modificación que oficialmente se facultó a aplicar ocurrió en abril último. Entonces, Educación autorizó una suba de aranceles del 15% en primaria, y del 17% en secundaria: así, las escuelas con un reconocimiento del gasto salarial en un 100% tienen autorizado percibir cuotas en los niveles inicial y primario de 53 pesos; en el nivel medio, de 80 pesos; y en el ciclo superior, 113 pesos. Mientras, los establecimientos privados que cuentan con el 80% de los gastos salariales solventados por el Estado, fueron habilitados a percibir cuotas de 71 pesos en inicial y primario; de 106 pesos en secundaria; y de 205 pesos en el nivel superior. Previo a esa modificación, las escuelas privadas habían aplicado subas a comienzos del ciclo lectivo 2009, en sumas de entre 10 y 40 pesos. Aunque los incrementos suelen ser mayores en bandas arancelarias que no son alcanzadas por la regulación estatal: se trata de las denominadas áreas extracurriculares, como idiomas o computación.