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os querellantes en la Causa Hospital Militar presentaron este lunes ante el Tribunal Oral Federal de Paraná el rechazo a la solicitud de suspensión del juicio contra el médico Juan Antonio Zaccaría. La defensa del represor, acusado de participar del robo de bebés, busca lograr el beneficio que recibió Juan Carlos Ricardo Trimarco, que le permitió quedar al margen de la imputación por los delitos de sustracción de menores y sustitución de identidad. Sin embargo, esta pretensión ya obtuvo dos oposiciones: la de los fiscales federales Mario Silva y José Ignacio Candioti, y ahora la de la querella. Puntualmente, los abogados María Florencia Amore, Álvaro Piérola y Marcelo Baridón, sostuvieron que el anestesista “se encuentra ubicado en tiempo y espacio y comprende que está sometido a una causa penal”. Desde la Agrupación Hijos por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio (Hijos) expresaron que “una vez más se está ante una estrategia defensista dilatoria utilizada por la mayoría de los genocidas de todo el país involucrados en delitos de lesa humanidad”. Zaccaría se desempeñaba durante la última dictadura como jefe de Terapia Intensiva del Hospital Militar, donde fueron alojados los hijos mellizos de Raquel Negro, hoy desaparecida, quien se encontraba en cautiverio y dio a luz en dicha institución. “La prueba recabada en los expedientes indica a Zaccaría como uno de los principales responsables de tan aberrantes hechos. A pocos meses de celebrarse la audiencia del juicio oral y público, pretende evadirlo argumentando patologías psiquiátricas sin ningún tipo de sustento probatorio”, apuntaron los abogados en el escrito. Apuntaron que “es importante destacar que en el marco de la investigación de esta causa se encontró y logró restituir la identidad de uno de los mellizos, quien hoy es Sabrina Gullino, desconociéndose aún el paradero del otro”.