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a presidenta Cristina Fernández de Kirchner realizó la presentación de un plan que intentará combatir el trabajo en negro. Se trata de avances tecnológicos que le permitirán a los inspectores corroborar la situación de los trabajadores on line, en el momento de la fiscalización. En ese sentido, los empleados del ministerio de Trabajo que realicen las inspecciones llevarán netbooks. Con ese instrumento, los inspectores podrán determinar en el acto cuáles son los empleados que están registrados y en caso de que haya alguno que no lo esté, podrán aplicar sanciones al empleador y fijar una citación judicial. Si bien aún no se conocen los alcances concretos que tendrá la medida en Entre Ríos (dada la reciente noticia nacional), sí se sabe que hoy el trabajo en negro es controlado a diario por los inspectores de la Secretaría de Trabajo. Según contó el jefe de policía de trabajo, Héctor González, la provincia realiza un fuerte operativo y por día se detectan unas 30 empresas que no cumplen con las reglas y emplean a trabajadores en negro o tienen contratos con cumplimientos parciales. Los infractores pertenecen a distintos rubros. Los más comunes son: empresas de recolección y tratamiento de cítricos, producción de huertas, construcción, actividades rurales de toda índole y también emprendimientos comerciales, entre otras. Respecto a las sanciones que reciben estas empresas dijo que las multas varían entre uno a 10 salarios por cada trabajador no registrado. “Se encuentran irregularidades de todo tipo. Algunos trabajan en negro. Otros tienen contratos que cumplen con algunas horas en blanco y muchas en negro”, detalló. Una vez que se detecta la infracción la Secretaría de Trabajo informa inmediatamente a la AFIP para que la regularización del empleado se produzca sin objeciones. González dijo que hay inspectores recorriendo la provincia todos los días. “La política de controlar el trabajo en negro comenzó con la gestión de Néstor Kirchner y la provincia cada día apuesta a más controles para que los trabajadores gocen de sus derechos”, dijo el funcionario. También señaló que los trabajadores pueden realizar denuncias a las empresas que no cumplen. Para esto pueden concurrir personalmente a la oficiana de Policía de Trabajo de 7 a 13 ubicada en Paraná en calle Cervantes 89 primer piso. Obra paralizada En el marco de estos operativos periódicos, el miércoles pasado los inspectores clausuraron una obra en construcción por irregularidades en la situación laboral de sus trabajadores y otras cuestiones relacionadas con la higiene y la seguridad. La obra clausurada, ubicada en las calles Francia y Circunvalación, de Paraná tendrá que presentar esta semana la documentación y cumplir con las normas de higiene y seguridad vigentes. Las tareas en el lugar llevaban unos 45 días de ejecución y cuentan con 30 obreros, cuya situación laboral es investigada. “Por normativa, le damos a la empresa cinco días para que puedan acreditar la documentación pertinente”, apuntó el jefe de Policía de Trabajo, Héctor González, quien encabezó el operativo. Entre las faltas, González destacó que no había baños, zona de comedor ni duchas. Además, los trabajadores realizaban sus tareas con zapatillas comunes, cuando la normativa señala que tienen que usar calzado de seguridad. “La obra continuará clausurada hasta que la empresa regularice la situación. El funcionario manifestó que el 50% de las obras en construcción presentan irregularidades con las condiciones en que emplean a sus obreros. Apuesta para mejorar Según un informe de la UNiversidad Austral, hay entre 3,2 y 3,5 millones de trabajadores no registrados o “en negro” en el país. No cuentan con un seguro de accidentes y enfermedades del trabajo que los ampare en caso de infortunio, obra social ni jubilación. Su salario es, en promedio, la mitad del de un trabajador registrado y carecen de acceso al crédito. Si bien el problema no es nuevo, se está trabajando para incrementar las inspecciones laborales, lograr eficacia y revertir la ecuación. Cabe recordar que en 2008 se dictó la ley 26.476 que instrumentó una moratoria para intentar que los empleadores inscribieran a los trabajadores en situación irregular. Según lo informado en estos días, sin mayores precisiones, se habrían regularizado 313.000 trabajadores. Esto es un poco menos del 10% del total de los trabajadores no registrados. Según el estudio de la universidad se tardaría un poco más de 10 años en regularizar la situación laboral de los trabajadores “en negro”, Datos En la provincia se realizan fuertes operativos que buscan regularizar la situación laboral en distintos rubros. Las infracciones comunes se dan en cítricos, huertas y construcción. La multa implica de uno a 10 salarios por obrero no registrado. Hay 30 empresas multadas por día por trabajo en negro. El 50% de las obras en construcción muestran irregularidades con las condiciones. Un plan nacional contra el trabajo no registrado El plan que anunció la Presidenta contempla además la creación de un ranking del total de empresas, considerando la posibilidad de que no cumplan con las normas laborales. Las compañías obtendrán porcentajes que variarán de 0 a 100%, dependiendo de características y comportamientos de las firmas como el tamaño, el salario promedio pagado, la permanencia promedio de los trabajadores, el crecimiento del empleo, la rama de actividad, entre otros. Durante la presentación del Programa, que se realizó en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner recordó que en la década del 90 “de cada 10 trabajos que se creaban, nueve eran ilegales y uno legal” y en la actualidad “de 10 trabajos que se crean, ocho son legales y sólo dos ilegales”. La Presidenta consideró necesario además, regular el trabajo rural y actualizar el estatuto del peón: “En esa actividad existe un porcentaje muy alto de trabajo ilegal y también de trabajo esclavo”, sentenció. Por su parte, Tomada destacó que el país tiene “el nivel de trabajo registrado más alto de la historia argentina”. El funcionario explicó además, que antes el proceso de fiscalización demoraba 40 días y ahora puede hacerse en el mismo día. (Susana Heffel. UNO)