E
l Servicio Meteorológico Nacional (SMN) decidió elevar a naranja el nivel de alerta que había lanzado el domingo a la tarde para el centro y litoral del país. Sucede que las temperaturas del lunes superaron las del domingo, y se acrecienta el riesgo para las poblaciones más vulnerables de sufrir golpes de calor. Con lo cual el alerta amarilla (efecto moderado sobre la salud) del domingo a las 18, se transformó lunes a las 18 en alerta naranja (efecto de moderado a alto). La temperatura puede afectar gravemente a bebés, niños pequeños, personas mayores de 65 años y personas con enfermedades crónicas, como hipertensión y diabetes. A todos ellos hay que ofrecerles agua a menudo, evitar la exposición al sol, y se sugiere que permanezcan en un lugar fresco o ventilado. La ropa debe ser liviana y deben usar sombrero y pantallas solares. El lunes la temperatura más alta del día se ubicó en los 36º pero la sensación térmica superó los 38º, con viento del norte. Se trata de un grado más de lo que padecieron los paranaenses este domingo, cuando la sensación térmica alcanzó los 37º. Cerca de las 18, el centro de Paraná era un desierto, con los negocios abriendo cada vez más tarde. Este martes no será más llevadero: se estima que el termómetro alcanzará los 38º. Según la consultora Ecomet, la jornada del martes será “muy calurosa y con muy alta sensación térmica”. Y el pronóstico remata: “Temperatura en leve ascenso”. Por suerte, todo indica que es muy posible que el miércoles llueva, lo cual haría que aflojase un poco el calor. La ola de calor se está haciendo sentir en las guardias de los hospitales. Por día, el hospital San Martín de Paraná atiende unas 100 personas. De ese número, en estos días de tanto calor, el 15% corresponde a vecinos que se acercan por afecciones relacionadas a las altas temperaturas. Decaimiento, vómitos, malestar general son los síntomas más comunes del golpe de calor, explicó el titular de la guardia del nosocomio, doctor José Carlos Cuestas. A pesar de los números, el médico aclaró que no se ha recibido ningún caso de gravedad y dijo que las personas atendidas han estado en la franja verde –pacientes con tratamiento ambulatorio–, siendo menor el grupo que pasó a la amarilla: es decir, con tratamientos de, por ejemplo, hidratación sin internación. Cuestas informó que el malestar por el calor es una afección muy común para esta época, que padecen especialmente los chicos y las personas con más de 65 años. Para prevenir el golpe de calor, el responsable de la guardia del hospital recordó que se debe tomar mucho líquido, comer comidas livianas –verduras y frutas– y no exponerse al sol. En otro ítem de las estadísticas se anotan los casos de gastroenteritis, pues la dolencia puede estar relacionada con las altas temperaturas: un aderezo que haya quedado fuera de la heladera un buen rato o alguna comida recalentada puede estar ocasionando problemas a las personas. El alto consumo resiente la tensión eléctrica El jefe de área una de las tercerizadas que presta servicios para Enersa, Diego Ledesma, Enersa, admitió la existencia de “problemas de baja tensión” en Paraná y los vinculó con “el gran consumo en esta época del año”. Ledesma reconoció los problemas de baja tensión existentes en Paraná y aclaró que en todo el país esto ocurre “en todos lados”. Justamente, el lunes al mediodía en la zona céntrica hubo vecinos que sufrieron problemas con sus equipos informáticos. “Se me apagó la computadora”, contó un vecino de Monte Caseros. Lo mismo le sucedió a un joven de la zona de Corrientes y Nogoyá y a un señor de calle Mendoza y Laprida. “Se presentan debido al gran consumo en esta época del año”, explicó para aseverar después que desde la empresa de energía “estamos trabajando con refuerzos de línea”, dijo. “Tardamos en llegar, pero una vez que llegamos lo solucionamos”, afirmó el funcionario. Tras resaltar que Enersa está con menos cantidad de personal por la época de vacaciones, Ledesma indicó que al haber mucho consumo “los conductores han dejado de ser los adecuados para la carga solicitada”. Por esto pidió a los vecinos “continuar denunciando los casos de baja tensión” para que las cuadrillas lleguen y den respuesta al inconveniente. “El problema es externo al cliente”, afirmó. Por otra parte, hizo referencia a los artefactos que cada familia posee y su incidencia en la prestación del servicio eléctrico: “Lo que uno declara como consumo casi siempre difiere de la realidad, porque todos hemos cambiado el ventilador por un aire acondicionado, hemos cambiado artefactos lumínicos”, graficó. “Las cargas han variado mucho con el tiempo”, sostuvo por lo que luego sugirió que quienes así lo deseen “pueden solicitar modificar lo convenido con la empresa” para que ésta resuelva “si es factible entregarle la potencia que el cliente quiere”. (El Diario).-