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na pared de un edificio ubicado en calle Victoria se derrumbó desde el octavo piso provocando serios daños en dos casas linderas. Ocurrió aproximadamente a las 14.30 y la providencia quiso que no fuera una tragedia. La traquilidad de la siesta se vio interrumpida por un estruendo “como si nos tiraran abajo la casa”, describió Diana Mangia, propietaria de la vivienda ubicada en calle Victoria 240, donde habita la familia Scoteta-Mangia. Una pared de revestimiento de un edificio cayó desde un octavo piso sobre el techo de su comedor, destrozándole el toldo, las canaletas de desagüe, las rejillas y todo lo que tenía en el patio. En la casa de al lado, Victoria 246, las hermanas Villalba, de 60 y 68 años de edad, se llevaron la peor parte ya que el peso de los ladrillos hicieron que el techo de la cocina se desplomara completo. En ese momento, las mujeres no estaban en el lugar. Una estaba en otra habitación y la otra quedó atrapada en el baño ya que los escombros le atascaron la puerta. Afortunadamente había otras personas en la casa que pudieron socorrerlas y dar aviso a la policia. Intervino la comisaría segunda, donde los vecinos radicaron una denuncia por daños. Mario Brumatti, subjefe de la Departamental Paraná señaló que los daños principales se registraron en la vivienda de la familia Villalba, donde viven dos hermanas inquilinas de una tercera. Allí se desplomó el techo y se vieron afectadas la medianera, un techo con tejas, la pérgola y una persiana de aluminio. El edificio en cuestión está ubicado en Victoria 250. La obra pertenece a los arquitectos Pedro y Alejandro Fenes, según confirmaron fuentes policiales. Uno de los responsables se presentó ante los vecinos y se comprometió a hacerse cargo de todos gastos. Según los vecinos el edificio no tiene un cuidador ni tampoco un planchón de contención para evitar que los desprendimientos de materiales afecten a las casas linderas, medida de seguridad prevista en la reglamentación sobre seguridad en obras. En este punto, Mangia indicó que “no es la primera vez que caen cosas desde esta construcción” y con el acontecimeinto de esta tarde dudan de la seguridad y de la buena factura del revestimiento de los pisos inferiores, que “están hechos de la misma forma y los mismos materiales”, explicó. “Tenemos temor que se sigan cayendo”, confió y agregó que luego del episodio sólo “colocaron dos tablas, como única medida de protección”. También retiraron el cartel que identifica a la firma, otra de las obligaciones que debe cumplir la empresa constructora, según las normas. No fue a causa de la tormenta La vecina también aclaró que el derrumbe se produjo antes de que comenzara la tormenta y la lluvia. “El viento que había antes de la tormenta no era tan fuerte como para tirar una pared abajo”, consideró y agregó que “el revestimiento del octavo piso está terminado desde el 29 de diciembre del año pasado”. (UNO).-