E
l jefe de Policía de la provincia está pensando en setenta y cuatro cámaras de seguridad distribuidas por la ciudad, sus accesos y alrededores, que capten, graben y almacenen los movimientos de la calle y sean monitoreadas las 24 horas por un equipo de 15 a 20 policías encargados dar la voz de alerta a sus colegas de los patrulleros. Calcula que esos 74 ojos digitales puestos a vigilar las zonas más afectadas por el delito y las de mayor circulación de Paraná y su zona, combinarán muy bien con un sistema de gestión de llamadas de emergencia 911, atendido por personal lo suficientemente capacitado como para obtener en pocos segundos la mayor cantidad de datos de boca de quien solicita ayuda, brindar contención al denunciante y derivar el caso al subsistema de urgencias que corresponda, se trate de bomberos, patrulleros o ambulancias. Y cree que todo ello ensamblaría a la perfección con un sistema de seguimiento de los móviles con GPS, que le permita, con sólo mirar un monitor, conocer la posición de cada uno y saber cómo se está actuando ante una emergencia, para corregir errores sobre la marcha e ir mejorando la gestión de seguridad a futuro. Así reproducido, parece el sueño de un funcionario demasiado influenciado por la pluma de George Orwell, que mezcla necesidades reales con soluciones extraídas de fragmentos de novelas de ficción distópica al estilo “1984” o “Robocop”. Pero el comisario general Héctor Massuh se encarga de aclarar de inmediato que el proyecto es bien concreto y se explaya sobre los detalles del llamado a Licitación 01/11 del Gobierno de Entre Ríos, basada en el Decreto Nº 5.361/10 M.G.J.E, para la provisión, instalación y mantenimiento de un “Sistema Integral de Seguridad Pública” para la Policía de Entre Ríos. Plan El 29 de diciembre el Gobierno provincial, a través de la Unidad Central de Contrataciones llamó a Licitación Pública para obtener la provisión, instalación y mantenimiento de un complejo consistente en un subsistema de Gestión de Llamadas de Emergencias 911; un subsistema Radioeléctrico de Concentración de Enlaces Digital; un subsistema de Monitoreo y Control Urbano (CCTV); el acondicionamiento integral de un inmueble, que será utilizado como Centro de Monitoreo y Control; y la provisión del equipamiento mencionado anteriormente para una Unidad de Comando Móvil. El primero de los denominados subsistemas, es la puesta en funcionamiento del número internacional 911 para la capital provincial y su zona de influencia, que integre los actuales números de emergencia que maneja la Policía: el 100 y el 101. “Los llamados serán atendidos en una sala por grupos de 15 o 20 agentes por turnos, capacitados para extraer la mayor cantidad de datos útiles con pocas preguntas, y tomar rápidas decisiones de derivación. Pienso incorporar psicólogos en cada turno para poder brindar contención a la persona que llama pidiendo ayuda” explica el jefe de Policía. Cada llamada será derivada a otra sala donde un número similar de funcionarios orientarán los pedidos hacia los patrulleros, autobombas o ambulancias, en la cantidad que hagan falta para atender el problema. Para ello contarán con un mapa de posicionamiento global que les permitirá detectar de qué lugar procede la llamada y dónde se encuentran los móviles más cercanos. Agrega también que cada pedido de ayuda quedará grabado, como así también el historial de conversación y las modulaciones de la sala a los patrulleros. “Todo se guardará con el objeto de ir evaluando la gestión del sistema” acota. El 911 se complementará con un sistema de comunicación radioeléctrico de concentración de enlace digital, que garantizará privacidad en inviolabilidad de las conversaciones entre la base y los patrulleros. “Vamos a contar con 300 aparatos de comunicación portátiles y el sistema nos permitirá saber dónde se encuentra cada uno de los agentes que los porten” expone el funcionario. Gran hermano Quizás lo más llamativo del sistema que se licita sean las setenta y cuatro cámaras fijas y de movimiento que se planea colocar en los lugares más álgidos para la Policía. “Son cámaras IP con zoom óptico y digital que nos permitirá ver la calle a una distancia de hasta 400 metros, grabar las imágenes y almacenarlas, y desarchivarlas sólo con orden judicial. Estarán conectadas por fibra óptica con una sala de monitoreo” se entusiasma Massuh. Y detalla que serán colocadas de acuerdo a las necesidades de cada sector de la ciudad, allí donde más delitos se cometan o dónde haya más concentración de personas, como por ejemplo Peatonal San Martín. “También vamos a ubicar cámaras en Oro Verde, Colonia Avellaneda, San Benito y los lugares de acceso a Paraná” sostiene. La licitación, que según fuentes de Gobierno requerirá una inversión total de 80 o 90 millones de pesos, incluye el acondicionamiento de un inmueble de la Policía donde deberán instalarse todas las salas de intervención. –Tanta capacidad de control parece ciencia ficción. Parece –contesta Massuh mientras sonríe–. Pero es sólo el uso de las nuevas tecnologías aplicadas a la prevención. Estamos convencidos de que va a servir. Lo vimos funcionar en lugares como Salta y Neuquén. Nos va a permitir acudir mucho más rápido a los lugares de emergencia, y al mismo tiempo ir evaluando las intervenciones para mejorar. Pero además será muy útil para utilizar más eficientemente los recursos y realizar control de gestión, porque sabremos por ejemplo el tiempo real de la recorrida de un patrullero en una zona determinada y conoceremos cómo influye la tarea de prevención respecto del mapa del delito. (Fuente: El Diario)