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ebastián Eskenazi confirmó que el grupo Petersen están en la etapa decisoria para ejercer la opción por el 10% adicional de las acciones de YPF. Poco antes de que el conflicto por los terrenos de Villa Soldati enturbiara el panorama político, el empresariado comenzaba a ser ganado por la idea de una etapa de moderación en la relación del Gobierno con la sociedad. Parte de esa sensación cristalizó cuando el martes pasado YPF anunció los descubrimientos del denominado “gas no convencional” en proporciones que podrían cambiar el mapa energético del país: la compañía había logrado reunir para la ocasión a la presidenta Cristina Kirchner; al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri; al referente radical, Ernesto Sanz; al titular de la CGT, Hugo Moyano, y a los referentes de las principales cámaras empresarias. El artífice del anuncio, el CEO de YPF, Sebastián Eskenazi, opinó, en un diálogo con el diario Perfil, que esa presencia ecuménica “desde lo empresario es una señal enorme para la imagen de la Argentina”. —¿El contexto de un ajuste en los precios del gas estimuló este plan de producción de gas alternativo? —Cuando se planifica una exploración, se hace por la búsqueda de recursos. Empezamos hace más de dos años y medio las dos campañas. La mejor respuesta que te puedo dar es el contrato de Vale do Rio Doce, que habiendo encarado la inversión más grande directa en el país, de US$ 5 mil millones, para ellos es vertebral el suministro de gas, del “tight gas”, del área 5 de Loma la Lata, donde están ubicados los 4,5 o 5 TCF (trillones de pies cúbicos) de gas. —¿Todo el gas que produzcan allí es para Vale? —En la primera etapa, ellos van a tomar hasta dos millones de metros, y según vayan avanzando en su contrato podremos ir agregando más yacimientos, ya que de lo que estamos hablando aún es muy pequeño respecto de todo lo que significa la plana de Vaca Muerta, que son 40 mil kilómetros cuadrados, y estamos hablando de 400 kilómetos cuadrados. Calculamos que este pedazo puede llegar a entregar hasta 6 millones. —¿Cómo es la asociación con Vale? —Intervienen en la etapa con US$ 150 millones. El 50% de la producción se lo llevan ellos, y el resto podemos llevarlo a otro sector o vendérselo a ellos. Ellos tienen que empezar a recibir el gas a partir de marzo de 2011, de acuerdo con el avance de ellos. —Esas son las explotaciones de tight gas (en arenas compactas) ¿cómo llegan a la explotación del “shale gas”, que se extrae de las “rocas madres”? —Hicimos dos campañas, en la primera los resultados fueron superiores a los que tomamos como media de las cuencas americanas, nos encontramos con un gas rico en butano, propano, todos los productos que se usan en la industria. Pero lo que es muy importante y no se registró adecuadamente fueron los hallazgos de “shale oil”, de petróleos alternativos. La segunda campaña fue la de petróleo, no esparábamos el resultado que tuvimos. Tenemos pozos surgentes, con presión propia de 200 barriles/día, cuando un pozo promedio en nuestro país está en 30 barriles/día. Tenemos que desarrollarlo y certificarlo. Pero en enero comenzaremos a producirlo en 16 pozos. —¿Requerirán más inversiones para hacerlo? —Subimos las inversiones en upstream (extracción) en 45%; sólo en upstream vamos a invertir US$ 2 mil millones. —¿Qué tan relevantes fueron las señales de precios, la posibilidad de actualizarlos, a la hora de decidir la entrada en producción? —La principal señal que se dio fue el acuerdo de la provincia de Neuquén con la Nación de que el shale oil no se puede derivar para gas residencial, y esto lo abocamos a la industria, que es un mercado de tarifas libres para la demanda. Eso es lo más importante. En las últimas licitaciones han ganado áreas Total, Exxon, Apache...; las grandes compañías grandes del mundo han visto el potencial y se han instalado. —Algunos analistas indican que la explotación de tight gas y shale gas tuvo una relevancia significativa mientras los precios internacionales estaban elevados y había gran demanda en los EE.UU. y Canadá, pero que ya no es así. —En los EE.UU. el shale y el tight proveen el 40% de su matriz energética, y se han descubrierto con esas técnicas 1.400 millones de TCF, y como referencia, la Argentina consume 1,5 TCF por año. El 40% del gas de EE.UU. se provee con este tipo de tecnología y ha cambiado el negocio. Tanto que el negocio del gas licuado, por ejemplo, ha caído a nivel mundial, ha sido reemplazado. El gas convencional va a ser el jugador energético más importante en los próximos treinta años. —En la presentación de los hallazgos usted logró unir a todo un arco político, que fue de la Presidenta hasta los referentes opositores. ¿Qué sentido le dio a esa convocatoria y, sobre todo, qué piensa de que se haya podido concretar?. —La verdad es que, como argentino y empresario, estar ante tal magnitud de referentes políticos, sociales, empresarios –porque estaban de la UIA, de Adeba, la Bolsa de Comercio, Hugo Moyano también– me llena de orgullo. Soy un convencido de que la energía es uno de los temas comunes, que tenemos que pensarlo para adelante. El país ha cambiado, el mundo está cambiando, no hay que tener miedo a estar cambiando la matriz. El crecimiento que hemos tenido en los últimos años nos ha llevado a pensar muchas cosas, a pensarlo distinto, y creo que el hecho de que hayan venido todos, es lo que viene en la Argentina, es una demostración de que la Argentina va cambiando en todos los ámbitos. —¿No cree que la posibilidad de que se haya juntado ese arco político es una novedad en el actual escenario? —Desde lo empresario, es una señal enorme. Si ve la repercusión de los medios del exterior, se va a dar cuenta de que es una señal gigante para lo económico, hablo de lo empresario. Políticamente, no. —¿Ejercerán antes de fin de año la opción por el 10% adicional de YPF que tenían? —Estamos tratando de llegar antes de fin de año; diría que estamos en etapas definitivas. Tenemos la opción hasta 2012, pero las condiciones internacionales posicionan muy bien a la Argentina. Estamos sacando también una ON en las próximas semanas, por la que estamos teniendo muchísimo interés del exterior. —¿De cuánto es el programa? —De US$ 300 millones, para financiar proyectos de inversión, pero principalmente para salir al mercado de capitales, que es algo que la Argentina necesita. Estamos viendo muy buenas condiciones de tasas, y esperamos lograr entre 6 y 6,25 por ciento. —¿Qué opina de la venta de los activos de OXY en la Argentina a la china Sinopec? —Bienvenido todo el que quiere invertir y trabajar seriamente. OXY es una gran empresa, ha hecho un tran trabajo en la Argentina; lamento que vendan porque creo que este mercado necesita más jugadores, pero las empresas chinas están muy agresivas, tienen mucho capital.