E
sta semana trascendió públicamente el caso de un colectivo atacado a piedrazos, en la zona del Puente Blanco, detrás del Cementerio Municipal, y de las lesiones en la cara que sufrió una pasajera al estallar la ventanilla. Pero el episodio no es aislado, sino que unos días antes se había producido otro incidente similar en el mismo sector con un usuario con heridas leves, según informó Marcelo Lischet, titular de la Asociación del Transporte Urbano de Pasajeros (Atup). Ambos incidentes son parte de un registro más general que da cuenta de la cantidad de vidrios dañados en estas semanas: “Tuvimos cinco roturas en los últimos diez días”, dijo el empresario y agregó que las agresiones se han perpetrado en inmediaciones del Cementerio Municipal, entre el Puente Blanco y la vía. Para Lischet, los ataques son esporádicos, suelen tener epicentro en un sitio para luego cambiar a otro, y son consumados por chicos que buscan divertirse. Aclaró, seguidamente, que se reforzó el patrullaje en la zona álgida y que ese sector del transporte de pasajeros viene teniendo una relación fluida con la Policía, de manera tal que ha permitido trabajar en conjunto, dijo. “antes era peor” “Siempre ha habido rotura de vidrios”, afirmó Lischet, para asegurar luego de que hubo épocas en que el nivel de daños en las unidades fue notablemente más elevado que el actual. “Se rompían dos o tres por día y no había vidrios que alcanzara”, ilustró, al tiempo que reforzó la idea de que los ataques obedecen a “picardías” de chicos. A continuación informó que los dos pasajeros con lastimaduras de envergadura menor recibieron atención médica y consideró hasta una medida desacertada la posibilidad de desviar los recorridos en las zonas consideradas de riesgo. Es que –argumentó– si se trata de un lugar conflictivo, con la interrupción del paso del colectivo se estaría “de alguna manera, liberando la zona”. Al respecto, Germán Farias, titular de la Dirección de Transporte de la Municipalidad, dijo la posible modificación de circuitos por razones de seguridad no estaba en análisis; aunque no descartó que si se ahondaran situaciones de riesgo en algún punto de la ciudad, se pondría en consideración la alternativa de modificar la ruta. Elementos Piedras y hasta tornillos son los elementos más usados para arrojar de forma manual o mediante hondas contra algún blanco en especial. En este caso son los colectivos, y específicamente, las ventanillas. Según se informó desde la Comisaría 5ª, con sede en calle Ameghino, serían grupos de menores que “tiran hasta con tornillos” y se van corriendo hacia la parte trasera del cementerio. Se dijo que se han incrementado las recorridas por la zona y que se busca a los agresores del último episodio –ocurrido el martes–. Es que del anterior caso no se habría radicado denuncia, se aclaró. Según se publicó el miércoles con motivo del ataque del colectivo en la víspera, en la zona comprendida por calle España al final y Ameghino se reiteran arrebatos y episodios de violencia. Esas calles resultan ser el camino obligado de los vecinos que transitan hacia La Floresta, San Agustín, San Martín (Volcadero Municipal) y Anacleto Mediana Norte, entre otros barrios. (El Diario).-