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ace pocos días se cumplió una década de la creación de Sidecreer, y desde la dirección de la empresa se realizó un acto conmemorativo en el que su presidente, Juan José Canosa expresó “el compromiso de continuar por este camino con la firme intención de seguir aportando al crecimiento de la provincia y a la igualdad de oportunidades para todos los entrerrianos”. Sin embargo, desde la UCR hicieron notar el origen de la tarjeta, durante el gobierno de Sergio Montiel destacando que fue ideada por “una gestión de gobierno radical” que “ideó para acercarle a los empleados públicos provinciales y municipales de Entre Ríos una herramienta barata y automática que le permitió a miles de trabajadores el acceso sin trabas al crédito”. El Comité Provincial del radicalismo, en un comunicado enviado a INFORME DIGITAL valoró la creación de Sidecreer como “una decisión política de fuerte contenido progresista y protector de los salarios de los trabajadores, en un contexto de profunda recesión económica y con un universo de empleados públicos cuyo salario se hallaba hipotecado por las cuotas de financieras, mutuales y empresas afincadas en otras provincias que se quedaban con una gran tajada del sueldo, como producto de negocios muy rentables para algunos y cuyos descuentos directos de los salarios el Gobierno anterior había permitido”. En ese marco, y con tono irónico, calificaron como “muy elogiable que el Gobierno actual le rinda homenaje a este instrumento de crédito que –recuerdan- ningún legislador justicialista aprobó ni en la Cámara de Diputados ni en la Cámara de Senadores, en idéntica actitud adoptada con la creación de la Uader, hoy reconocida por la sociedad entrerriana”. Asimismo, sostienen que si “las gestiones justicialistas que se sucedieron desde 2003 no se animaron a eliminar esta empresa” fue “por su profundo arraigo entre los entrerrianos”, tras lo cual destacaron que “Sidecreer permitió no sólo el acceso al crédito de miles de empleados, jubilados y pensionados sino que contribuyó a reactivar sensiblemente el comercio y los servicios de varias empresas contribuyentes entrerrianas, que obtuvieron un mercado numeroso, seguro y confiable de clientes que contaban con un plástico que competía razonablemente con tarjetas de crédito de circulación nacional y primera línea”. La UCR celebró que la tarjeta siga existiendo aunque “a pesar del desvío de su objetivos y fines iniciales, de la irrupción de financieras, mutuales y otras entidades que acceden a los padrones de la empresa para ofrecer a un mercado cautivo productos ajenos al objeto de la institución y que vuelven a tentar al destinatario con crédito caro cuyo dinero se va de nuestra provincia”. Por último, manifestaron que “no es casual que una medida transformadora haya sido creada en medio de enormes dificultades por un gobierno que cree que la política es una herramienta de transformación, no un mero trampolín para retener el poder por el poder mismo”.