Y
a con el verano encima, la Municipalidad de Paraná se apresta a convocar al sector privado para contratar una draga, que permita acondicionar la zona del río donde está enclavada la bomba Nº 5, sistema que proveerá de agua cruda a la planta potabilizadora ubicada en Avenida Ramírez. Para eso, se prepara un llamado a un concurso de precios y, una vez concluido ese proceso, se piensa proceder a retirar el barro y el sedimento que rodea a la bomba, trabajo que permitiría finalmente poner otra vez en marcha el sistema de producción de agua en la planta vieja. Es que la época estival comienza a instalarse con firmeza, y con ella, empiezan a subir los niveles de consumo de agua. Por estos días, la planta nueva –de calle Echeverría y Rondeau– funciona al máximo –potabiliza entre 6.000 y 6.500 mil metros cúbicos por hora– y ese volumen alcanza para el abastecimiento diario. “Dos grados más de temperatura, nos ponen en un tembladeral”, describió Juan José Moreno, subsecretario de Saneamiento de la Municipalidad de Paraná, respecto de los índices de consumo en relación a los niveles de producción. Por ello, se plantea imperioso –desde Obras Sanitarias– contar con el aporte de la planta vieja –se tratan de 1.500 metros cúbicos por hora–, tal como ocurrió el verano pasado. Demoras La planta de Ramírez dejó de potabilizar en julio, luego de que en la Dirección de Obras Sanitarias se considerara que las instalaciones –decantadores– no estaban en condiciones y que el río debía dragarse en la toma vieja. Desde entonces, la planta de Ramírez opera como centro de distribución del agua que bombea la de calle Echeverría. Ahora bien, si la planta nueva falla, entra en riesgo el abastecimiento total de la ciudad. Eso sucedió el viernes, cuando hubo un inconveniente en un sector del proceso y se debió suspender por unas tres horas el bombeo. El impacto de la interrupción enseguida fue sentido por un buen número de usuarios. Con la planta de Ramírez parada, en agosto empleados de Obras Sanitarias iniciaron tareas de reparación de decantadores y sistemas de depuración, fase que quedará lista la semana entrante, aseguró Daniel Giménez, a cargo de la obra. Mientras, sigue notablemente demorado el dragado, que en principio se había anunciado para octubre. Al respecto, Moreno dijo: “El 15 de diciembre se debería haber tenido terminado el trabajo (de la draga) y ahora con suerte vamos a poder estar iniciándolo (en esa fecha), si llegan a buen puerto las tratativas en el sector privado”. Seguidamente, se refirió a las gestiones iniciadas ante áreas del Estado y a la falta de resultados. Afirmó que “la planta no está en marcha porque la bomba todavía está sumergida en el barro” y detalló que en agostó inició, sin suerte, las gestiones ante la Dirección Nacional de Construcciones Portuarias y Vías Navegables del distrito Paraná Medio para obtener el servicio de una draga de gran porte. “Las tratativas se demoraron por distintas razones y ahora el tiempo nos acucia. Nosotros descontábamos (que se iba a contar con la máquina)”, explicó, al fundamentar la resolución de recurrir al sector privado. Antes, aseguró que elevó el pedido a la Dirección de Hidráulica de la Provincia: “Hace un par de meses me comuniqué con el director de esa repartición y me dijo que (la draga) estaba en reparaciones, de una avería importante, y que para este año prácticamente la descartara”, describió. Mientras tanto, se hizo una especie de canalización con una draga pequeña del Club Náutico. Pero la tarea resulta insuficiente. Cabe mencionar que en otras épocas, el dragado del río se programaba varios meses antes del verano, a mitad de año, para esperar los días de calor con el sistema de producción de agua funcionando a pleno. De precios y cambio de planes Unos 120 mil pesos es el costo aproximado del trabajo de dragado que se programa realizar ahora en la bomba Nº 5, en la toma vieja de agua. Tras el fracaso de las tratativas para obtener el servicio de la draga grande de la Nación, la tarea a encarar con los aparatos del sector privado será más acotada. Es que –según explicó el subsecretario de Saneamiento¬–, dichas dragas –de areneras o sectores arroceros– son de mediano porte, por lo que el proyecto de “excavar una plataforma” que garantizaría la fluidez del agua por dos años, se cambiará por “la apertura de una especie de calle, de unos 30 metros de ancho por unos 200 metros de largo y alrededor de unos 3 metros de profundidad”. La idea es “darle desahogo al sector donde está enclavada la bomba Nº 5”, trabajo que durará hasta agosto del año que viene, estimó. El trabajo demanda unos 15 días de ejecución y arrancará “con suerte” a mediado de diciembre. Por su parte, Daniel Giménez, integrante del Frente Trabajadores de Obras Sanitarias (Fretos), grupo de empleados que tuvo a su cargo la reparación de instalaciones de la planta de Ramírez, informó que se encuentran ultimando detalles para dar por terminada la obra. Describió que los arreglos abarcaron dos decantadores, cuatro filtros y los depósitos de ingreso. El dato 600 litros es la cantidad que se consumen en Paraná por día y per cápita. Se trata del doble de lo aconsejado por la Organización Mundial de la Salud, Moreno. Solicitó a la ciudadanía un uso racional del agua. (El Diario).-