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e la redacción de INFORME DIGITAL Hace pocos días en la provincia de Buenos Aires murió un niño de 6 años. La criatura tenía un tumor que resultó mortal. Este se desarrolló por estar expuesto a veneno ya que, desde casi bebe, trabajaba en forma esclava aplicando estas sustancias. El triste hecho encendió una vez más la alarma en los trabajadores, más que nada rurales, sobre el manejo de estos productos y también en lo que se refiere al trabajo infantil. En la mañana de este jueves Pedro Flores, arandanero de profesión, contó en “El Arranque”, programa que se emite por La Red Paraná (FM 103.9) que en las plantaciones “echan el veneno y después entramos a trabajar” y además que también existen “menores trabajando, lo hacen a las escondidas y no hay nadie que los represente –desde el Estado- y los dejan entrar a trabajar –los dueños de las plantaciones-”. Además confió que “estamos a la deriva, sin apoyo y olvidados, no tenemos a dónde recurrir cuando hay enfermedad” debido a que “se trabaja en negro”. El recolector de arándanos dijo que “la gente soporta estas condiciones ya que hay necesidad, estamos pasando por un momento económico muy malo en Concordia”. Volviendo al trabajo de niños relató que “no se hacen denuncias” y agregó que “tengo un hijo de 6 y una de 13 –años de edad-, no trabajarían en las quintas porque sé del riesgo que existe”.