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Gracias por haberme elegido, gracias negrita, mágica, única y hechicera. Ahora mi estado civil es feliz". Con esas palabras, a los 51 años, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri le dio el sí a su novia Juliana Awada de 36 en el complejo de Costa Salguero. El beso entre la pareja cerró la ceremonia este mediodía. Rodeada de amigos y familiares, Juliana había sido la primera en dar su consentimiento ante Alejandro Lanús, director del Registro Civil: "Es difícil hablar delante de tanta gente, lo más importante es que estoy muy feliz y estoy viviendo uno de los mejores momentos de mi vida y que lo amo". La novia lució un diseño vintage de la colección Free Love de El Camarín de encaje de algodón chantillí, que mantuvo guardado y en secreto, lejos de todas las miradas menos de la de su madre de quien heredó la empresa familiar de ropa que maneja. Una chaqueta de encaje de bolillo beige la protegió del viento suave. El pelo semirecogido, un maquillaje casi imperceptible y un bouquet de rosas pálidas completaron el conjunto. La ceremonia se celebró este mediodía frente al río. Estuvieron presentes el padre del jefe de Gobierno porteño, el empresario Franco Macri y su novia Nuria Quintela. Entre los invitados se pudo ver a varios funcionarios y legisladores porteños, entre ellos Horacio Rodríguez Larreta, Jorge Macri y Diego Santilli. También hubo periodistas, deportistas, empresarios, actores y modelos. Durante la ceremonia, las testigos de la novia- su hermana Zoraida Awada y su amiga Pamela Saguier- le hablaron a la pareja. “Vamos a pedir amor, equilibrio, fortaleza, sabiduría para que se amen y construyan sus caminos”, les desearon. Un amigo de Mauricio Macri lo hizo en representación de la banda con la que come asados los fines de semana. Y dijo que no dejaba de sorprenderlo ver a “Mauricio de la manito, y escucharlo decir las cosas que dice de Juliana”. El jefe de Gobierno porteño sonrió amplio cuando su amigo le deseó “que explote el amor". "Me juramenté que esta vez es para toda la vida", había dicho Macri antes de casarse por tercera vez y confió que su suegra, Pomi Awada, le dijo: “portate bien, con cara amenazante”. Tuvo anoche su despedida de soltero junto a 20 amigos. Macri -que visitó un traje oscuro y corbata al tono- pasará la tarde en su despacho de jefe de Gobierno y por la noche verá el superclásico Boca- River. "Ya hablé con Martín (Palermo) que está concentrado y le dije que más vale que ganen porque si me arruinan la noche de bodas", bromeó. Este es el tercer matrimonio formal para Macri que además tuvo una cuarta convivencia. Estuvo casado con la madre de sus tres hijos Ivonne Bordeu y con Isabel Menditeguy. Para Awada es su tercer intento. Estuvo casada fugazmente a los 23 años y convivió durante una década con Bruno Barbier, el padre de su hija Valentina de 7 años, y actual pareja de la periodista Viviana Canosa. Valentina había querido formar parte de la ceremonia y ensayó una frase para su mamá, pero ante las cámaras y los invitados sólo se animó a un "Mami..." antes de que la timidez la venciera. "Te quiero mucho y te veo muy bien con Mauri", la ayudaron a completar. A Awada se le cayeron las lágrimas. Abrazó y besó a su hija, igual que Macri. En una entrevista Juliana Awada había contado que apenas empezó a salir con Macri se dio cuenta que era el amor de su vida. "Sentí algo muy fuerte, como si nos conociéramos de muchos años". La pareja se conoce a través de amigos en común. A principios de año Mauricio Macri levantó el teléfono y la llamó. Ella le contó que estaba separada. A partir de ahí se hicieron inseparables. El próximo sábado se realizará la fiesta en la estancia La Carlota ubicada en la localidad bonaerense de Tandil, donde nació Macri. Awada lucirá un vestido de una diseñadora inglesa que se trajo de su último viaje a Europa y su alianza de platino. (Clarín).-