A
goniza. El servicio de Correo de Estados Unidos va de mal en peor. Según informó, acaba de sufrir la mayor pérdida de su historia: 8.500 millones de dólares. ¿Los causantes? El mail e Internet. En el período fiscal 2010, las recaudaciones bajaron un 1,5 por ciento y sumaron 67.100 millones de dólares. Mientras que el volumen de correspondencia disminuyó en un 3,5 por ciento. En el período fiscal anterior las pérdidas habían sido de 3.800 millones de dólares. Y según el jefe financiero del Servicio Postal, Joseph Corbett, para el año fiscal 2011 las pérdidas serán de 6.400 millones. La agencia, que había calculado que sus pérdidas serían de 7.000 millones de dólares para este año fiscal, explicó que dos tercios del déficit (5.500 millones de dólares), se deben a los costos de la asistencia médica para los empleados que se jubilen en el futuro. Otros 2.500 millones de dólares se fueron para los ajustes cubiertos en las responsabilidades de compensación para los trabajadores, debidos a cambios en las tasas de interés. "Esperamos completar el año con dinero suficiente para continuar las operaciones", dijo Corbett. "Sin embargo para el fin del año no espero tener dinero suficiente para pagar todas nuestras obligaciones, especialmente los 5.500 millones de dólares que se adeudarán entonces al plan de salud de los jubilados". El Correo pidió permiso al Congreso para cerrar oficinas postales y eliminar la distribución de correspondencia los sábados para recortar sus pérdidas ya que más y más personas usan mails e Internet en reemplazo de las cartas y para pagar sus facturas mensuales. El Servicio Postal de EE.UU. ya ha reducido en un 11 por ciento sus horas de trabajo. A pesar de ello, no parece encontrar un modelo de negocio que le permita sobrevivir en tiempos digitales.