E
l ex presidente George W. Bush justificó su decisión de permitir torturas como el “submarino” o “ahogamiento simulado” a prisioneros al considerar que fueron morales, legales y eficaces para prevenir nuevos atentados terroristas. En una polémica entrevista concedida al diario británico The Times con motivo de la publicación de sus memorias, Bush afirmó que utilizar esa técnica de tortura -que consiste en sumergir a la víctima en una bañera hasta casi su sofocación- ayudó a prevenir ataques planeados en el aeropuerto de Heathrow y en el barrio de negocios de Canary Wharf. "Tres personas fueron sometidas al suplicio de la bañera y creo que esa decisión salvó vidas", dijo el ex mandatario al diario, que durante la lucha antiterrorista dio vía libre al uso de la tortura en los interrogatorios. "Sus interrogatorios ayudaron a frustrar complots para atacar instalaciones diplomáticas estadounidenses en el extranjero, el aeropuerto de Heathrow y Canary Wharf en Londres y múltiples objetivos en Estados Unidos", escribió Bush en su libro "Decision Points", que sale a la venta este martes en Estados Unidos con una tirada inicial de 1,5 millones de ejemplares. El ex presidente también considera "correcto" haber autorizado el uso del polémico método del “submarino” -una práctica considerada como tortura por el gobierno de Barack Obama- contra el paquistaní Khalid Sheikh Mohammed, autoproclamado cerebro de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. Ya en enero de 2009, al despedirse de su cargo, Bush había defendido la tortura. Había sido también para referirse a Khalid Sheikh Mohammed: “Fue el cerebro de los atentados del 11 de setiembre del 2001, que mataron a casi 3.000 personas, en nuestro suelo (…) (Las técnicas utilizadas para interrogarlo) eran y son necesarias en inusitadas ocasiones para obtener información para proteger al pueblo estadounidense. La asfixia inducida salva vidas". El primer ministro británico Tony Blair, fiel aliado de Bush, envió tropas británicas para participar en la invasión de Irak junto con Estados Unidos en 2003, decisión que suscitó mucha polémica en el Reino Unido. "No importa cómo me percibe la gente en Inglaterra", dijo Bush. "Simplemente ya no importa. Y francamente, a veces, tampoco importaba entonces", agregó. “Quiero decir definitivamente que el mundo es mejor sin Saddam Hussein en el poder, en vista de que hay 25 millones de personas que ahora tienen la posibilidad de vivir en libertad", indicó Bush. Y agregó que como presidente uno no tiene el “lujo” de mirar hacia atrás en el tiempo. (Agencias).-