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n nuevo escenario de confrontación se generó en el Congreso, en este caso por la disputa acerca del temario de la sesión del miércoles: el oficialismo impulsa el tratamiento del Presupuesto 2011, mientras la oposición promueve la discusión de una serie de proyectos que el Gobierno considera adversos. Después de haber logrado avanzar la semana pasada con un dictamen de mayoría, el oficialismo intentará esta semana reunir los votos necesarios para aprobar el texto de Presupuesto tal como fue enviado oportunamente por la Casa Rosada. Busca así darle tiempo al Senado para que lo pueda tratar antes de fin de mes. De cualquier modo, referentes de los bloques kirchneristas en las dos Cámaras no descartaron la posibilidad de que la Presidenta Cristina Kirchner convoque a una sesión extraordinaria en diciembre si es necesario para lograr el objetivo de tener el presupuesto aprobado. Los bloques de la oposición en Diputados, en tanto, impulsan una sesión especial para este miércoles a la mañana. Quieren tratar el aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, la reforma de INDEC, el reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), la regulación de la publicidad oficial y la suspensión de las ejecuciones a los deudores hipotecarios. Sin embargo, los propios referentes del arco no oficialista son concientes de que aprobar todos esos temas será una empresa casi imposible de alcanzar. En primer lugar porque les será difícil conseguir el quórum para sesionar (la última vez que lo lograron fue hace dos meses) y también porque la dispersión del llamado “grupo A” (que nuclea al peronismo disidente, el GEN, la UCR, el Pro y la Coalición Cívica) se potenció a partir del cambio de escenario provocado por la muerte de Kirchner. A su vez, en el caso de reunir las 129 presencias necesarias, cuanto mucho podrían tratar el Impuesto a las Ganancias (ya transcurrió el debate y sólo falta la votación) y uno o dos temas más, ante la estrategia del kirchnerismo de estirar los debates para dilatar los avances de la oposición. A todo esto se suma una dificultad extra: varios diputados opositores del interior advirtieron sobre eventuales inconvenientes para llegar a tiempo a Buenos Aires a causa del caos en el aeropuerto de Ezeiza, originado por las reformas en Aeroparque y la reprogramación de vuelos. Sin consultar con el resto de los bloques, el oficialismo se prepara para impulsar el tratamiento del Presupuesto en esa misma jornada pasado el mediodía, por lo que la agenda quedó superpuesta. Algunos legisladores opositores mantenían la intención de explorar un acuerdo con el kirchnerismo y esperaban el llamado de alguno de sus referentes, aunque desde hace tiempo los canales de diálogo quedaron clausurados por el casi permanente clima de confrontación. Como salida imaginaban tratar el Presupuesto y alguno de los temas de su agenda. Hasta el momento el oficialismo no se mostró dispuesto a hacer concesiones para iniciar una conversación. Incluso su necesidad de aprobar la llamada ley de leyes es relativa. “Si nos quieren dejar sin Presupuesto, no tenemos ningún problema”, insistieron desde la conducción del bloque. En ese caso, el Ejecutivo prorrogaría el de este año y usaría decretos de necesidad y urgencia para adecuarlo. Esto encendió la alarma en la oposición, dado que advirtieron que de ese modo la discrecionalidad en el gasto incluso podría ser mayor que con un texto aprobado, por más que por las cifras estimadas los recursos sean subestimados. En cuanto al escenario del debate sobre el Presupuesto, en estos días el oficialismo intentará sumar apoyos para aprobarlo al menos en general. El kirchnerismo logró emitir un dictamen de mayoría, luego presentaron una propuesta alternativa en conjunto el radicalismo, el peronismo disidente, la Coalición Cívica, el PRO y el GEN, mientras que Proyecto Sur lanzó su propia iniciativa. El socialismo, que no avaló ninguno de los tres dictámenes, quedó en el centro de la escena porque puede definir el resultado. Después de los reclamos a este espacio del resto de los bloques de la oposición y también de posiciones diferentes dentro del mismo bloque, desde el Partido Socialista impulsaron que el debate en el recinto pase para la semana próxima con el objetivo de dar tiempo a una negociación. Este lunes se sucederán los llamados y empezará a definirse cómo quedará el escenario. La pulseada por el Presupuesto 2011 Dictamen de la oposición Como sostiene que la versión oficial subestima el crecimiento económico y la suba de precios, el texto opositor incluye un cálculo de inflación anual de 25%, con una estimación de crecimiento de la economía del 6%. En base a estas cifras, calcula que la recaudación impositiva será mayor que la que figura en el proyecto oficial. Así, estima que el excedente de recursos sumaría en 2011 unos $ 35.000 millones. Incluye el 82% móvil para los haberes mínimos y extiende a todos los jubilados la actualización que ordenó la Corte en los fallos Badaro y Sánchez. No prevé el uso de las reservas del Central para pagos de la deuda. Dictamen de Proyecto Sur Estima en 20% la inflación y en 5,5% el crecimiento del PBI. Así, estima que habrá un excedente de $ 35.000 millones en los recursos. Incluye el 82% para los jubilados, pero no extiende los fallos de la Corte. Admite el uso de las reservas, pero sólo para financiar proyectos productivos. Intercambio de favores La estrategia del oficialismo para lograr la aprobación del Presupuesto 2011 no ahorra ningún elemento. En primer lugar, esgrimen un discurso que apela a la “responsabilidad de dar quórum para habilitar el debate de esta herramienta esencial para el gobierno”, según legisladores kirchneristas citados por la agencia oficial. Pero también se especula que muchos legisladores opositores se verán obligados a dar número y, por lo menos, a aprobar en general el proyecto ante los compromisos políticos asumidos en sus distritos de origen. El caso más resonante es el de los socialistas: en Santa Fe son oficialismo y necesitan los votos del kirchnerismo para sacar el presupuesto provincial. (Clarín)