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ubén Lacoste no encuentra explicación a lo que le tocó vivir entre las 23 del sábado y la madrugada del domingo. Recostado en una cama de su casa del barrio Mosconi de Paraná, mira televisión y cambia de canal con el único brazo que zafó de las patadas. El resto de su cuerpo es un mapa de las agresiones salvajes que, según su versión, un grupo de policías le propinó con borceguíes y bastonazos. La odisea comenzó en las proximidades de República de Siria y Palestina y terminó en el patio de la comisaría quinta, que continúa haciéndose fama de su bravura. El hombre dijo que la violencia se desató sin motivos aparentes y que sólo lo hicieron "por el color de piel". Desde la Policía aseguran que Lacoste agredió a un oficial y amenazó a los uniformados cuando éstos procedieron a identificarlo, en una recorrida prevencional. Luego fue trasladado en el móvil 243 de la Departamental a la comisaría quinta, y puesto a disposición del Juzgado de Instrucción. (UNO)