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eopoldo Carranza es piloto profesional y trabaja para una empresa que realiza vuelos charter. El miércoles a las 9.30 de la mañana estaba en Buenos Aires cuando le anunciaron que debía salir con celeridad rumbo a El Calafate, en Santa Cruz. El piloto respondió de inmediato a la demanda y ya en el Lear Jet se encontró con el pasaje: Alicia Kirchner, María Ostoiæ –la madre de Néstor Kirchner– y el ministro de Planificación, Julio de Vido. Carranza trabaja hace muchos años como piloto e incluso tiempo atrás integró el equipo de Líneas Aéreas de Entre Ríos. Describió un ambiente de tensión, en especial porque la mamá de Néstor no sabía aún que su hijo había fallecido. “La mamá no estaba en conocimiento de que había fallecido y hasta llegar allá no le avisaron”, reveló el profesional. El vuelo, que duró dos horas y media, arribó a El Calafate a las 13.30. Luego de una larga tarde en la localidad sureña decididamente conmocionada por el impacto de la noticia, Carranza se preparó para el vuelo de regreso con el avión acondicionado para el transporte del féretro. “El regreso fue en el mismo avión, y vinieron la presidenta Cristina Kirchner y su hijo (Máximo)”, precisó Carranza. Leopoldo Carranza, el piloto paranaense no tuvo oportunidad de cruzar palabra con Cristina Kirchner hasta el final del viaje. “Solamente le transmití mis condolencias cuando arribamos a Aeroparque. Durante el vuelo ella venía sentada atrás, muy dolida”, describió. Sobre la sensación que le produjo este último viaje y cómo vio a la Presidenta en esa circunstancia, Carranza no dijo más que “se la veía verdaderamente muy triste” y comentó que prácticamente durante todo el trayecto fue abrazada con su hijo Máximo. (Fuente: El Diario)