U
n reciente estudio reveló que las pérdidas económicas por robo de datos a través de Internet ya superan a las que se generan por el robo físico. Según el mismo trabajo, de la consultora Kroll, antes las empresas ponían el foco en lo que sucedía paredes adentro de su empresa, es decir que su principal desvelo era el robo de información de sus empleados. Pero ahora el enemigo número uno está en el exterior y llega por Internet. Según Kroll, los fraudes electrónicos representan el 27,3 por ciento del total, frente al 27,2 por ciento que corresponden a los robos físicos. Por sectores, son los servicios financieros los que registran un mayor número de robos físicos, seguidos por los servicios profesionales, la tecnología, los medios y las telecomunicaciones. Además, son los propios empleados los que más fraudes cometen (aún desde fuera de la oficina), excepto en América latina, donde son los clientes los que más tratan de robar información. Más allá de los números, el estudio también refleja que el 48% de los encuestados tiene intenciones de invertir en herramientas destinadas a proteger la información de los robos por Internet.