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La hamburguesa está exactamente igual que hace un mes y creo que ya no va a experimentar ningún cambio más", indicó la fotógrafa, que inició su particular experimento fotográfico el pasado 10 de abril, cuando adquirió un menú en McDonald´s, con la intención de demostrar lo poco saludable que es la comida rápida. Davies colocó sobre una mesa de su casa la hamburguesa y las patatas fritas que compró en un establecimiento de la cadena en Nueva York y decidió fotografiarlas cada día para ver cuál era su reacción al paso del tiempo y demostrar que no se trata de alimentos muy beneficiosos para la salud. El resultado es `Happy Meal Project´, en honor al menú infantil que vende la conocida cadena de comida rápida, y cuenta ya con 180 fotografías en su página web, en las que queda patente que los alimentos han experimentado cierta deshidratación pero no han iniciado ningún proceso de putrefacción. La fotógrafa explicó que, seis meses después, la carne de la hamburguesa está "como una piedra y ha encogido un poco porque se ha deshidratado, lo mismo que el pan, que se ha partido ya en dos y puede ser que acabe desintegrándose, mientras que las patatas fritas siguen, sin embargo, completamente igual". Desde que iniciara este experimento, Davies, que empezó como pintora y se pasó más tarde a la fotografía, protagoniza un auténtico fenómeno viral en internet, donde las fotografías que ha ido colgando de la hamburguesa han centrado el interés de multitud de internautas, así como de numerosos medios de comunicación. "La verdad es que esto es una locura. Desde que empecé ha habido mucho interés, pero lo de los últimos días no tiene nombre. He recibido llamadas de muchísimos canales de televisión y diarios de todo el mundo", indicó la artista, una vegetariana confesa que trata de denunciar el tipo de comida que vende "no sólo McDonald´s, sino también otras cadenas de comida rápida". Davies señaló que el mensaje que quiere lanzar al público es que comprueben con sus propios ojos las pocas cualidades nutricionales que puede tener "un alimento que no se pudre ni se corrompe con el paso del tiempo". "No hace falta que se crean lo que les digo yo ni tampoco lo que dice McDonald´s sobre la calidad de la comida. Les invito a que vayan, compren una hamburguesa y realicen el experimento", dijo Davies, quien se lamenta de "la enorme cantidad de conservantes y productos químicos" con que cuenta la comida que se consume diariamente. Hay otros experimentos como el de Davies, según explicó la artista, quien recordó que una maestra estadounidense guarda una hamburguesa desde hace 12 años y que sigue sin descomponerse, o el de un hombre que, desde los años ochenta, colecciona diferentes tipos de hamburguesas de distintas cadenas de comida rápida.