S
e trata de un estudio técnico que elaboró y presentó a fines de septiembre la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación y se conoce en el inicio de los controles ambientales que acordaron desarrollar las autoridades de la Argentina y de Uruguay para poner fin al diferendo por la instalación de la planta. En sus resultados, el informe indica que "El Plan de Vigilancia" que se llevó a cabo permitió detectar "numerosos eventos de contaminación atmosférica con materia en suspensión, óxidos de nitrógeno y óxidos de azufre". Advierte, además, que los elementos químicos que fueron localizados irrumpieron en el territorio argentino: "El sulfuro de hidrógeno, que era indetectable en el período preoperaciones, entró 10-40 kilómetros en el territorio argentino". También hace referencia a la formación de espuma "sin precedentes" que se produjo sobre las aguas del Río Uruguay, entre las ciudades de Fray Bentos y Gualeguaychú, el 4 de febrero de 2009. "La formación de espuma cianobacterias fue de tal magnitud que no tiene precedentes", indica al tiempo que asegura que existen "varias señales claras que apuntan a la planta de Botnia, incluyendo la presencia de fibras de madera de eucalipto, concentraciones de sodio y halógenos orgánicos absorbibles".