U
n esqueleto de alosaurio, un dinosaurio carnívoro de más de 10 metros de largo que desapareció hace unos 150 millones de años, será la pieza estrella de la subasta de especímenes prehistóricos que celebrará mañana la casa de subastas Sotheby’s, en París. Los coleccionistas deberán desembolsar cerca de un millón de dólares para llevarse a casa los restos de este gran predador, que reinó en el período Jurásico Superior en territorios de América del Norte y Europa . El esqueleto se completó al 70%. Proviene de Wyoming, Estados Unidos, mide 10,2 metros de largo y probablemente perteneció a una hembra de unas 3 toneladas de peso , señala la casa de ventas, que subraya que “la aparición en el mercado de grandes esqueletos de dinosaurios carnívoros es raro”. La casa de subastas ya vendió al Museo de Chicago en 1997 el esqueleto completo de un tiranosaurio de 13 metros de largo bautizado como “Sue”, por el que se pagó entonces 8,4 millones de dólares. Pero el alosaurio –un depredador que se alimentaba de pequeños dinosaurios a los que inmovilizaba con sus “mortales garras” y despedazaba con sus 70 dientes– es una estrella. Se convirtió en el carnívoro por excelencia de la novela “El mundo perdido”, publicada en 1912 por Arthur Conan Doyle. Y no es la única bestia extinta que podrá adquirirse en París. Los interesados podrán pujar, además, por los huesos de un plesiosaurio que murió hace 190 millones de años en lo que ahora es Inglaterra, la especie que inspiró la leyenda del monstruo del lago Ness. Su precio de venta podría alcanzar el medio millón de dólares.