C

uando empiece el ciclo lectivo 2011 en la provincia, en marzo próximo, todas las escuelas secundarias presentarán una nueva oferta curricular en el nivel superior –4° y 5° años–, que ahora tendrá sólo cinco grandes orientaciones: un único título de bachiller en Ciencias Sociales y Humanidades, Ciencias Naturales, Administración y Economía, Artes y Comunicación. El ciclo básico será común a todas las ahora llamadas escuelas secundarias, a secas. No habrá ya escuelas de comercio, ni normales ni menos ese damero de orientaciones que había supuesto la instrumentación del Polimodal a partir de la Ley Federal de Educación, ahora derogada. Aunque el cambio fundamental es el que impuso la Ley de Educación de Entre Ríos: la obligatoriedad de todo el trayecto de la escuela secundaria, y no sólo hasta tercer año, como era hasta ahora. De ese modo, las autoridades pretenden universalizar la escolaridad: hoy de cada 100 chicos que empiezan la primaria, solamente 5 se reciben en la secundaria. El cambio ya se hizo este año en un puñado de 67 escuelas “muestrales”, así las llaman, 50 estatales y 17 privadas. Pero en 2011 se generalizará a las 350 instituciones de nivel medio que hay en la provincia, aunque alcanzará primero a los alumnos de 4° año, a quienes les llegará el “nuevo formato” escolar. Los que el año que viene cursen el último año –5°–, seguirán con el viejo esquema. Pero en 2012 nadie quedará a fuera de los cambios. O al menos eso esperan las autoridades educativas. Garantías Claro que los cambios suponen una reubicación docente: hay materias que desaparecen, y otras que aparecen. Las “cajas curriculares”, como se le llama a la estructura de materias, tendrán sustanciales modificaciones que han movido a la queja docente. Pero Marcela Mangeón, responsable de la transformación del secundario en el Consejo General de Educación (CGE), asegura que ningún docente pierde horas cátedra. “Lo que se vio en estas 67 escuelas muestrales es que nadie quedó afuera. Obviamente, si antes la materia se llamaba Economía y ahora Gestión, ese cambio está, pero el profesor no varió su situación. O pasa a otro espacio, pero siempre en acuerdo con la institución escolar. Lo que se ha visto es que todos los docentes de estas escuelas están trabajando, incluso los suplentes. Pero es lógico, todo cambio genera temor, y además la escuela secundaria durante mucho tiempo no ha tenido cambios importantes”, aseguró. La escuela secundaria en Entre Ríos, tal como se la conoce, acarrea planes de estudios que datan, en algunos casos, de 1956, y la realidad es que en Entre Ríos hasta ahora hay 190 orientaciones que con la transformación se reducirán a nada más que cinco. Pero en aquel esquema que va camino a ser suplido, sucedían desatinos: un chico que ingresaba a la escuela secundaria, egresaba, según la escuela, con distintos planes. Y eso obligaba a rendir equivalencias cuando se hacía necesario un cambio de institución, o de lugar de residencia. Quejas Mangeón asegura que los 15 mil docentes que hay en la provincia en el nivel secundario “somos corresponsables de que la secundaria funcione. Y tenemos la responsabilidad de que la escuela sea lo mejor que le podamos dar a los alumnos. Y eso requiere el compromiso formal de todos, con nuestra responsabilidad y nuestro profesionalismo”. En ese punto parece responder a las advertencias hechas por la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), que reprochó las consecuencias negativas que tendría la implementación del cambio. Por eso mismo, el gremio pidió que se frene su generalización en 2011. Al respecto, advirtió “sobre la reubicación de los docentes ante la convocatoria a días institucionales en las escuelas secundarias de la provincia que se realizan para imponer la implementación masiva en 2011 del ciclo superior orientado”. Por eso, recomendó a las escuelas “no avanzar” en las reubicaciones de los profesores producto de los cambios curriculares. Pero la presidente del Consejo de Educación, Graciela Bar, defendió la transformación. El jueves, en Chajarí, dijo que la redefinición de la escuela y los cambios en las materias no dejará a nadie afuera. “Todos los docentes pueden trabajar dentro de la escuela secundaria, en roles nuevos: tutores, orientaciones, espacios curriculares complementarios dentro o fuera de la escuela, dentro o fuera del horario escolar para tener una escuela secundaria diferente”, dijo. “La tendencia internacional del secundario es brindar una formación general no generalizada, entonces los profesionales tienen que entender que hoy el secundario tiene que tener mayor carga horaria de las materias tradicionales, como Historia, Geografía, Lengua, Matemática e Inglés, ya que el Polimodal tenía una gran carga horaria de materias especificas de administración, matemáticas y contabilidad”, apuntó. (Fuente: El Diario)