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a voluntaria del Ejército Cintia Ferreyra denunció haber sido víctima de un persistente acoso sexual por parte de un oficial superior del Regimiento de Tanques Nº 6 Blandengues, con asiento en Concordia, a lo que se agregó el hostigamiento de parte de un capitán de apellido D’ Amico. La situación derivó en que hoy la chica, madre de una niña, se haya visto obligada a pedir licencia por enfermedad, afectada por un cuadro psicológico por el cual se está haciendo tratar. Aunque antes, hace un mes atrás, expuso su situación ante el delegado de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia en Concordia, Rubén Bonelli, quien prometió girar las actuaciones para que tome intervención la ministra de Defensa de la Nación, Nilda Garré. El hecho está rodeado de una situación llamativa: ayer, el jefe del Regimiento, teniente coronel Ricardo Alberto Pascali, dijo no conocer el caso, y prometió investigar. Aunque Bonelli, lo desmintió públicamente: Pascali había sido puesto en conocimiento de los hechos por el funcionario provincial, durante una entrevista personal que mantuvo en la unidad militar concordiense. Dichos y hechos De acuerdo al testimonio de la voluntaria, recogido por el sitio digital www.diarioriouruguay.com.ar, el hostigamiento por parte de los dos oficiales del Ejército habría comenzado en 2008, cuando se incorpora al regimiento un suboficial principal, que identificó con las siglas S. O. B., quien queda como encargado de la Ayudantía. En ese sector se encontraba trabajando, desde hacía un año y medio, la joven voluntaria. La situación siguió durante el año siguiente, hasta que un día, cuando la mayoría del personal de la unidad estaba de franco y estando Ferreyra y S. O. B. a solas en la oficina, este último comenzó a acosarla, primero con masajes en los hombros y luego con manoseos en distintas partes del cuerpo, según contó. La joven soldado pidió entonces su traslado a otra dependencia, solicitud que le fue denegada. De acuerdo a lo que contó frente al delegado de la Subsecretaría de Derechos Humanos, durante 2009, y estando en su casa de licencia por cuanto cursaba un embarazo, S. O. B. se hizo presente, aunque esa vez no sufrió ningún tipo de acercamiento. Claro que la situación dentro de la unidad militar se complicaría cuando se reintegró a su trabajo luego de la licencia por maternidad, y comienza a ser hostigada ahora por otro oficial, de apellido D’ Amico, quien, de acuerdo a lo que contó Ferreyra, la habría recargado constantemente de tareas. Incluso, le habría prohibido seguir cursando enfermería profesional, estudio al que había podido acceder con permiso del jefe de la unidad. Cruce Ayer, se conocieron declaraciones del jefe del Regimientos de Tanques Nº 6, Ricardo Alberto Pascali, quien admitió que se enteró de los hechos luego de que el caso saliera a la luz a través de los medios. Pascali dijo que “esta soldado voluntaria está con parte de enfermo hace mas de 60 días”, aunque aseguró que “se nos ordenó instruir una investigación con respecto a esto”. Al respecto, sostuvo que “yo acá no tengo ninguna denuncia de ningún tipo”. Y agregó: “Acá no ha llegado ninguna denuncia y tengo entendido que en ninguna dependencia militar hay una denuncia”. Recordó que “yo me hice cargo el 14 de diciembre de la unidad y esta soldado voluntaria estaba embarazada. Se tomó su licencia por maternidad, después por amamantamiento y la tuve 10 días en el cuartel sin ningún tipo de inconvenientes”. Y aseveró que “después presentó parte de enferma por un problema psicológico, por una depresión y tal cual lo indica nuestro reglamento está con parte de enferma hasta el día de hoy”. Pero el delegado de la Subsecretaría de Derechos Humanos en Concordia rebatió las declaraciones del jefe militar, al sostener que él, personalmente, se lo planteó hace un mes atrás, y entonces Pascali “se comprometió a investigar, y a tratar de ubicar el grado de culpabilidad de los funcionarios. Quiero entender que no recuerda el hecho, porque mantuvo una reunión conmigo. Incluso, está asentado en el libro de guardia del Ejército mi presencia allí”, dijo. “La reunión existió”, aseveró Bonelli, y amplió: “El se comprometió a investigar. Lo que me llamó la atención es que, si bien habíamos quedado en que cuando hubiera novedades me llamaría, no recibí nunca llamados. Ahora, de nuestra parte vamos a dar intervención directa a la ministra de Defensa, Nilda Garré”. Corra, limpie, baile La colimba (los entendidos dicen que es una abreviación de la frase “corra, limpie, baile) ya no es como era: no es obligatoria, sino que ahora hay un servicio voluntario, hasta cierto punto más profesional en las Fuerzas Armadas. Aunque las situaciones de denigración, en apariencia, siguen estando presentes, al menos a juicio de la denuncia que hizo la voluntaria Cintia Ferryera. Según contó, el 30 de abril de 2010 Ferreira se reintegró a su trabajo en el Regimiento, y el 3 de mayo, conoce a un capitán de apellido D’ Amico, jefe de Escuadrón, Comando y Servicios. De acuerdo a lo que contó, mantuvo con D’ Amico el siguiente diálogo. –Capitán: ¿Usted es la voluntaria Ferreyra? –Voluntaria: Sí, mi capitán –Capitán: ¿Usted es la que vino a hablar con el jefe a pedirle autorización para estudiar de mañana? –Voluntaria: Sí, mi capitán –Capitán: Bueno, que sea la última vez que lo hace porque la próxima le va a salir muy caro y puede hasta perder su trabajo. Yo me voy a encargar que así sea. Hasta que no se vaya de baja, no voy a parar, y no me va a costar nada. ¿Está claro? –Voluntaria: Está claro, mi capitán. Fuente: El Diario