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uis Marín, jefe de Sección Tránsito Urbano, manifestó que su área recibió dos radares para controlar la velocidad en automotores y motovehículos. “Además, contamos desde el mes de noviembre de 2009 con 20 motos y desde hace cuatro meses se sumaron dos utilitarios. También tenemos dos alcoholímetros, para trabajar en dos puntos de la ciudad y hemos recibido recientemente dos decibelímetros (para detectar ruidos excesivos en vehículos y motos) y ahora la incorporación de estos dos radares de alta tecnología. Esto nos va a permitir controlar el tránsito en diferentes puntos de la ciudad y en diversos operativos que vamos a realizar en forma conjunta con la Departamental Paraná de la Policía”, destacó el funcionario. Marín expresó que “de esta manera se busca dar una solución definitiva a la gran problemática del tránsito en la ciudad”. Como primera medida se realizó una prueba piloto en el kilómetro cinco y medio de Avenida de Las Américas y en una hora y media se constató 18 vehículos con exceso de velocidad, a tal punto que en esa zona existe una demarcación que establece como máxima velocidad 55 kilómetros por hora. Marín afirmó que de de las 18 constataciones que se realizaron ninguno de los vehículos en cuestión bajaba los 75 kilómetros por hora. Esto significa que la velocidad en las arterias más rápidas está rozando la irresponsabilidad y la imprudencia de los conductores, por lo que de ahora en más y con estas herramientas vamos a colocar en el marco regulatorio el cumplimiento de las leyes, más allá de lo que establece la Ley Nacional de Tránsito y basándonos también en la cartelería que está ubicada en los distintos accesos y egresos de la ciudad de Paraná”. Para la Ley Nacional de Tránsito (24.449), la velocidad máxima permitida en avenidas es de 60 kilómetros por hora y en calles internas de la ciudad 40 kilómetros por hora. Pero, además la ley habla de prioridad normativa, donde de existir cartelería que determine una velocidad mínima a la registrada por ley, deberá respetarse la demarcación que está estipulada porque por detrás se incorporó la legislación. “Los nuevos radares tienen un período de carga preventiva, luego se realiza una prueba, ajustes y se toman los recaudos pertinentes para un buen funcionamiento”, expresó Marín. Desde el próximo lunes 30 de agosto, en tres turnos (mañana, tarde y noche) comenzarán los operativos de control de velocidad en autos y motos en forma sorpresiva en diferentes puntos de la ciudad. “La gente debe saber que las multas por toda contravención al respecto son excesivas, por lo que cada Juez de Faltas va a sancionar de acuerdo a su código de procedimiento. Se tendrá en cuenta antecedentes, reincidencia y otros, por lo que vamos a trabajar de la mano de la ley nacional, y las ordenanzas y decretos de la ciudad de Paraná”, finalizó.