A
nte los hechos ocurridos y reflejados por un matutino local, (de los cuales hizo eco este medio), en la localidad de Gobernador Mansilla, protagonizados por su intendente, Rodolfo Orué, y el director del hospital Nuestra Señora del Carmen, Franco Warlet, el mandatario comunal afirmó, via comunicado de prensa enviado a INFORME DIGITAL, que su descargo público responde a “una orquestada operación mediática de dominio publico, pretendiendo distorsionar la verdad y asignar a hechos personales y privados de dos profesionales una connotación funcional y política con intenciones al menos dudosas y mal intencionadas, de generar el enfrentamiento y la discordia entre pobladores de la misma ciudad”, sentenció en el inicio del escrito. Asimismo, aclaró que no ha “iniciado, promovido, impulsado, auspiciado ni alentado”, la remoción del doctor Franco Warlet, “quien por el permanente pedido de esta Presidencia municipal fue nombrado director del Hospital, desmintiendo categórica y terminantemente cualquier versión infundada que en contrario se haya difundido distorsionando la verdad objetiva de los hechos”, apuntó. Seguidamente, admitió como “cierto” que ha tenido en lo personal y profesional, “en tanto y en cuanto ambos somos médicos”, discrepancias con actitudes asumidas por Warlet “en su aspecto ético y nunca en lo que hace a su idoneidad profesional que sólo sus pacientes pueden evaluar, y no en cuanto al director del Hospital de la localidad, las que, precisamente, para evitar que pudieran causar repercusión sobre dicho profesional en su función pública, se canalizaron a través del ente corporativo que nos nuclea, sin siquiera haber anoticiado de ello a la Secretaría de Salud, a la que en todo caso debe elevarse cualquier eventual pedido de sanción para quien cubre una función política”, subrayó. Sobre este punto hizo hincapié en que “seguramente molesto por ello”, el doctor Warlet formuló una exposición en la seccional policial, “poniendo de manifiesto inexactas afirmaciones a mi respecto, y exigiendo de mi parte respuesta, que por tanto, y a su expreso pedido debí dar en dicho ámbito”. Tal como ha publicado esta Hoja, el doctor Warlet denunció días atrás que luego de una fuerte discusión que mantuvo con Orué, el jefe comunal lo persiguió en su auto mientras él conducía un motocicleta e intentó atropellarlo. Cuando ese incidente además de otras complicaciones relacionados con el hospital se hicieron público, los vecinos mansillenses comenzaron con marchas en apoyo al médico y además recolectaron más de 1.000 firmas en un petitorio dirigido al Gobernador de la provincia reclamando la continuidad de Warlet en la dirección del nosocomio. Además, se constituyó una asamblea conformada por una gran parte de la población que exige mantener un control directo sobre el funcionamiento del hospital.