U

n encuentro de trabajo en Tucumán sirvió para que los responsables del Proyecto de Transporte Urbano de Áreas Metropolitanas explicaran cómo funcionó en el primer tramo de su aplicación (la ciudad de Buenos Aires) y cómo podría darse su instrumentación en otros puntos del país, entre ellos el conglomerado Paraná-Santa Fe. Se trata de una iniciativa que propone la realización de diagnósticos generales sobre el tránsito urbano e interurbano, a consecuencia del cual se financiarían obras de infraestructura llamadas a solucionar los problemas que fueran a detectarse. Los recursos, tanto para el estudio como para la ejecución de los proyectos, serían aportados por el Banco Interamericano de Reconstrucción y Fomento. En rigor, Entre Ríos ya había adherido al Ptuma, hace un par de semanas. Entre ese acontecimiento y la reunión de Tucumán, el ministro de Planeamiento e Infraestructura, Guillermo Federik, logró interesar a la provincia de Santa Fe y los municipios de Paraná, Santa Fe y Santo Tomé. En tándem, asistieron a la ciudad donde se declarara la independencia en 1816. Ahí escucharon al coordinador de la Unidad Ejecutora de Proyectos de Transporte Urbano, Jorge De Belaústegui, quien les explicó que el proyecto ya se aplica en Rosario, Córdoba, el Gran Posadas y Tucumán, además del área metropolitana de Buenos Aires. “En primer lugar, formalmente nuestra región quedó incorporada al proyecto; en segundo término, se acordó que se asignen 1,5 millones de dólares para el estudio de los problemas de transporte, lo que se realizaría a lo largo de un año calendario”, explicó Federik. La liberación de los fondos para el diagnóstico depende de una serie de trámites, que podrían estar cumplimentados hacia finales de 2010. “De ese modo, antes de que termine el mandato tendríamos las conclusiones del trabajo de campo”, agregó, al consignar que “la próxima gestión podrá encarar las obras”. Federik sostuvo que “es bueno que todo empiece a fin de año, para que el censo (que es una parte central del trabajo) pueda captar lo que ocurre durante el verano y en el inicio del ciclo escolar”. Al relevamiento lo hará una consultora nacional o internacional, según tiene establecido el BIRF. De todos modos, es probable que –si lo procura—alguna empresa regional pueda ser contratada para labores determinadas. “Al llamado a licitación lo estará haciendo la Nación en 45 días, en base a unos términos de referencia que Entre Ríos y Santa Fe deberán aprobar; luego, las consultoras tendrán otros 30 días para presentar antecedentes y propuesta metodológica; luego, se abrirá el segundo sobre con la propuesta económica”, explicó, antes de ratificar que “antes de fin de año, se estaría firmando el contrato”. Base Para el funcionario, “no sólo es importante que se asignen 6 millones de pesos que las provincias no tendrían para hacer este estudio, sino que además en base a ese relevamiento se determinará un modelo de transporte más eficiente y racional y un paquete de obras necesarias que también podría financiar el BIRF”. En rigor, el banco asignó 150 millones de dólares para la primera etapa del Ptuma, enfocada a resolver las dificultades en la ciudad de Buenos Aires. Para las otras áreas metropolitanas quedarían disponibles unos 400 millones de dólares. En la Capital Federal se pagó, por ejemplo, el soterramiento de un tramo del ferrocarril Sarmiento, la modernización de subterráneos y, entre otros, la integración de los servicios de transporte, lo que incluye arreglos en las estaciones e instalación de centros de trasbordo. La comitiva, además de Federik, estuvo integrada por el secretario de Transporte de Paraná, Marcelo Baridón; y por el subsecretario de Planeamiento, Eduardo Loréfice; por el subsecretario de Transporte de la provincia de Santa Fe, Gustavo Peirano; por el subsecretario de Transporte de la Municipalidad de Santa Fe, Sergio Ludueña; y por el jefe del Departamento de Planeamiento y Vivienda de la Municipalidad de Santo Tomé, Rubén Piacenza. Más allá de toda formalidad, hubo la posibilidad de intercambiar impresiones con la especialista en infraestructura del Banco Mundial, Verónica Raffo. De esa charla, surgió como muy posible que el Ptuma llegue a financiar el traslado de las dos estaciones de ómnibus, más allá de que los estudios certificarán si se trata de emprendimientos prioritarios para las ciudades de Paraná y Santa Fe. En ambos casos, las terminales han quedado encapsuladas en sectores inapropiados, en medio de la trama urbana, acotadas de espacio, donde los colectivos de gran porte provocan una enorme cantidad de problemas vinculados a la inseguridad vial. Además, ya se advierte próximo el punto de saturación. “Hemos charlado con la gente de Santa Fe y creemos que las nuevas terminales van a surgir como parte de las obras a realizar”, deslizó Federik, antes de mostrarse satisfecho porque “estos estudios se retroalimentarán con los que financie el BID para la construcción del nuevo puente, porque se irán concluyendo casi en simultáneo”. No es la única inversión a ejecutar: si el estudio lo detectara como una falencia, el proyecto podría financiar la ampliación de avenidas o ramales con la idea de que unos carriles exclusivos eviten que los colectivos interurbanos se mezclen con el sistema urbano. También se instalarían en Paraná no menos de dos estaciones de trasbordo, con una infraestructura que las asemejaría a una terminal modesta, estratégicamente ubicadas, con los servicios mínimos para que los pasajeros esperen allí abordar unidades del transporte urbano.