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uego de 13 horas de debate y bajo un clima de tensión, la oposición logró aprobar esta madrugada en la Cámara de Diputados la suba de las jubilaciones, lo que representa no sólo un triunfo legislativo, sino también político en la puja con el Gobierno, que mantiene en vilo el fantasma del veto en caso de que el proyecto avance en el Congreso. La iniciativa, que recibió luz verde con 135 votos a favor y 88 en contra en su votación general -18 legisladores se abstuvieron-, propone fijar las jubilaciones en el 82% del salario mínimo de los trabajadores en actividad, por lo que, de sancionarse la norma, el haber mínimo pasaría de $1046 a $1426. Además, se modificaría el índice de actualización semestral y se incrementarían las jubilaciones que habían quedado congeladas entre 1991 y 1995, y entre 2002 y 2006, de acuerdo con lo dispuesto por la Corte Suprema en el caso Badaro. En el tratamiento particular, con 121 votos a favor y 107 en contra, se aprobó el artículo sobre las fuentes de financiamiento como establecía el proyecto sancionado, eje de discordia entre los bloques del arco opositor. El proyecto aprobado (promovida por el grupo A, compuesto por la UCR, el Peronismo Federal, la Coalición Cívica y Pro) propone recurrir al superávit de la Anses y, sólo para este año, a los excedentes de recaudación no previstos en el presupuesto. Sin embargo, el diputado Claudio Lozano (Proyecto Sur) propuso, con el respaldo del PS y el GEN, incorporar los artículos del dictamen de minoría que ellos emitieron para incluir como fuente de financiamiento el aumento de los aportes patronales para las grandes empresas para llevarlo a los niveles previos a 1993. "El artículo 11 es un articulo insuficiente, por lo tanto estamos pidiendo que se incorporen los correspondientes a las contribuciones patronales que están en el dictamen de minoría", explicó Lozano en el recinto. "Para nosotros, ese artículo tal como está, no corresponde", dijo. Luego de aprobado el polémico artículo, los diputados votaron a favor de un cuarto intermedio hasta el miércoles próximo para terminar el tratamiento en particular. Una vez concluido el debate en la Cámara baja, el proyecto será tratado en el Senado, en el cual la relación de fuerzas entre el oficialismo y la oposición es incierta. De acuerdo con las estimaciones de la oposición, la medida demanda unos $ 30.000 millones adicionales y, según los cálculos del oficialismo, requiere unos $ 40.000 millones. En tanto, el superávit de la Anses ronda los $ 13.000 millones, y los excedentes de recaudación no previstos en el presupuesto, los 40.000 millones. Resistencia oficialista Durante la sesión, que se prolongó por más de 13 horas, se reflejó el cruce entre oficialismo y oposición que hace semanas gira en torno a la medida. Los diputados kirchneristas alertaron sobre la falta de sustentabilidad de los aumentos propuestos, mientras que del otro lado argumentaron que los aumentos constituyen un acto de justicia y que el Estado dispone de los fondos para hacer frente a la medida. "Si se aprobaran los proyectos que están discutiendo, en tres meses entraríamos en default", había lanzado ayer por la mañana Cristina Kirchner. "El objetivo está puntualmente dirigido a tirar abajo los aciertos. A veces uno piensa que, además de ideas, un poco de buena fe tampoco vendría mal", agregó. En ese sentido, el jefe del bloque kirchnerista, Agustín Rossi, sostuvo anoche que "la agenda de la oposición es claramente la agenda del default". (Fuente: La Nación)