E
l Alzheimer ya estaría activo diez años antes de manifestar los síntomas. Los investigadores de la Universidad de Ghent, en Bélgica, identificaron un indicador capaz de revelar la enfermedad desde su actividad inicial. Así, el riesgo de este mal podrá preverse con mucha anticipación gracias a un “espía” biológico y con una certeza en el diagnóstico muy cercana al 100% . Ese indicador, que se busca desde hace tiempo, está en el líquido cerebroespinal (céfalorraquídeo), identificado por un equipo coordinado por Geert De Meyer, de la universidad belga, y publicado en los Archives of Neurology de la American Medical Association. El descubrimiento podría representar un primer punto de llegada para los estudiosos que desde hace veinte años, en todo el mundo, buscan el “síntoma” oculto, la señal biológica susceptible de indicar de la forma más precoz posible el futuro desarrollo de la enfermedad. El grupo belga de ADNI (Alzheimer’s Disease Neuroimagining Initiative) trabajó con datos de 400 ancianos: 114 con funciones cognitivas normales, 200 con trastornos cognitivos leves y 102 con Alzheimer. En el 90% de los enfermos se identificó el indicador biológico específico presente también en el 72% de las personas ligeramente trastornadas y en 36% de las sanas. Luego, en sucesivos tests de verificación, realizados sobre muestras más reducidas, los investigadores siguieron a 57 pacientes con trastornos cognitivos leves durante 5 años. Y en este caso el indicador mostró, con una eficacia del 100%, su capacidad para predecir el Alzheimer. Según concluyeron los científicos, la enfermedad inicia su actividad mucho antes de empezar a manifestarse y, sobre todo, puede diagnosticarse en forma más precoz a través del indicador en el líquido cerebroespinal. “La enfermedad manifiesta sus primeros síntomas más de 10 años antes”, dicen los investigadores. El mal de Alzheimer se llama así en honor al neurólogo alemán Alois Alzheimer . Licenciado en medicina en la Universidad de Wurzburgo en 1887, ingresó luego como asistente en el asilo Irrenanstalt, de Frankfurt. Allí inició sus estudios sobre la patología del sistema nervioso. Entre 1904 y 1918, publicó trabajos sobre diferentes males, entre ellos, la demencia precoz, cuya forma más extendida es este mal En el mundo, según los datos de la Organización Mundial de la Salud, cerca de 37 millones de personas sufren de demencia y en la mayoría de los casos la causa es justamente el Alzheimer.