P
or la reducción de los subsidios invernales, desde el próximo domingo los clientes residenciales de luz y gas que tienen niveles de consumos medios y altos volverán a afrontar un ajuste de tarifas que va del 23% al 93%. Al igual que el año pasado, a partir de agosto entran a regir para los usuarios hogareños las limitaciones parciales que el Gobierno dispuso sobre los aumentos tarifarios que habían entrado en vigencia a fines de 2008. En el sector eléctrico, la suspensión parcial de los subsidios alcanzará a los clientes residenciales que consumen más de 1.000 kW/h por bimestre. Por el lado del servicio de gas, los aumentos por el recorte de los subsidios tarifarios afectará, en la región metropolitana, a los hogares que registran un consumo anual superior a los 1.500 metros cúbicos. Las nuevas tarifas para el sector residencial regirán sólo durante agosto y setiembre. A partir de octubre, los subsidios transitorios quedarán eliminados y los clientes residenciales de las distribuidoras de luz y gas volverán a pagar las tarifas plenas de energía que estuvieron vigentes hasta el mes de mayo. Las idas y vueltas con los cuadros tarifarios arrancaron el año pasado, después de la derrota que había sufrido la administración kirchnerista en las elecciones legislativas. Jaqueado por los reclamos de los usuarios, las demandas judiciales y la presión del Congreso; el Gobierno de Cristina Kirchner decidió en agosto de 2009 ponerle un freno a los fuertes aumentos de tarifas que había autorizado en los últimos meses de 2008. Para descomprimir la situación, el ministro de Planificación, Julio De Vido armó una salida transitoria que consistió en la suspensión total de los aumentos que estaban previstos para los consumos de los meses de junio y julio. Y una reducción parcial del 70% de las subas que se tenían que cobrar en el período agosto-setiembre. El mismo esquema de alivio tarifario volvió a aplicarse durante este año. Tras haber facturado los aumentos de hasta el 300% entre octubre y mayo, las empresas eléctricas y gasíferas recibieron la orden oficial de suspender en forma total ese ajuste entre junio y julio. Ahora, en los consumos de agosto y setiembre volverán a facturar el equivalente al 30% de los aumentos en juego. Según los cálculos del Gobierno, el congelamiento parcial de los aumentos que habían sido dispuestos en 2008 tienen un costo fiscal por el restablecimiento de los subsidios de casi $ 500 millones anuales. En el caso del servicio eléctrico, el panorama tarifario presenta las siguientes aristas: * Los aumentos que quedaron transitoriamente bloqueados corresponden al precio estacional de la energía y oscilan entre el 60% y el 300% según los consumos. * Afecta a unos 800.000 hogares de todo el país que consumen más de 1.000 kwh bimestrales. Esa franja representa el 10% del total de los usuarios residenciales. * En agosto y setiembre, los clientes residenciales con consumos medios y altos pagarán por cada kwh entre un 22% y 93% más que junio y julio. En tanto, con la prestación del servicio gasífero se plantea la siguiente situación: * Las subas que fueron frenadas en forma temporal provienen del polémico "cargo extratarifario" que creado para cubrir las importaciones de gas natural de Bolivia y las compras de GNL (gas natural licuado) que llegan por barco al puerto de Bahía Blanca. * Alcanza a unos 2,3 millones de usuarios de todo el país que representen el 36% del sector residencial. Para cada región del país, se fijaron distintos "umbrales" de consumo a partir de los cuales entran a jugar los aumentos. En la región metropolitana, la modificación tarifaria corre para los que hogares que consumen más de 1.500 metros cúbicos anuales. * Para el bimestre agosto-setiembre, las subas en el valor del gas que se producirán por la poda parcial de los subsidios oscilarán entre el 23% y 32%.