E
l acuerdo entre Argentina y Uruguay, con el que los gobiernos buscan poner fin al conflicto bilateral, no se reduce sólo a la pastera UPM –ex Botnia-, sino que incluye controles por parte de científicos a los establecimientos agrícolas e industriales y a centros urbanos ubicados en ambas márgenes del Río Uruguay. El objetivo es avanzar en la definición de un programa de monitoreo conjunto a las fábricas que vierten sus desechos en este curso de agua binacional, incluida la pastera. El monitoreo estará a cargo de un comité científico integrado por dos especialistas uruguayos y dos argentinos, y comenzará a funcionar dentro de un plazo de 30 días. El comité científico funcionará en el ámbito de la Comisión administradora del Río Uruguay (CARU), y comenzará sus actividades con la planta pastera UPM, ubicada en las proximidades de la localidad uruguaya de Fray Bentos, y en la desembocadura del río Gualeguaychú en el río Uruguay, según se señala en el acuerdo. Las tareas de monitoreo, cuyos resultados serán públicos, respetando los tiempos científicos, seguirá en la Argentina con un establecimiento o lugar a elección de la parte uruguaya y a partir de ese momento continuará alternativamente en uno y otro país. "Con esto se cierra un capítulo y comienza otro", dijo el canciller argentino Héctor Timerman al presentar el acuerdo junto a su par uruguayo, Luis Almagro. Sin embargo, los funcionarios quedan expectantes acerca de cómo caerá este “acuerdo definitivo” en los asambleístas de Gualeguaychú, que mantuvieron cortado por más de tres años el puente binacional que lleva a Fray Bentos. Molesto, Timerman evitó opinar si los asambleístas quedarán satisfechos y señaló que su tarea no es "adivinar el futuro". El acuerdo fue anunciado tras una reunión en la residencia de Olivos entre Cristina Kirchner y su par uruguayo, José “Pepe” Mujica, quien llegó en helicóptero desde Uruguay para intentar destrabar el conflicto. El canciller argentino destacó que el acuerdo por el monitoreo "pone a la ciencia en el lugar que corresponde, que es el de establecer los parámetros medioambientales”, y consideró que "el río Uruguay tal vez en muy poco tiempo se convertirá en la primera frontera con el total y absoluto control medioambiental”. “Hoy es un gran día hemos finalizado siete años de conflicto entre Uruguay y Argentina. Comienza una nueva etapa”, escribió Timerman en la red social Twitter.